

A. R. Fernández y Hermano almacenistas y fabricantes de tabacos. Manuel y Antonio de los Reyes Fernández Grau constituyeron en la segunda industria cubana —en el tabaco— dos personalidades de poderoso relieve.
Cubanos y jóvenes, en breve espacio de tiempo lograron tener uno de los mejores almacenes de tabaco de Cuba, y ambos, queriendo todavía, en un esfuerzo espléndido, aumentar sus negocios fundaron la fábrica de tabacos “El Favorito”.
El almacén de tabacos fué fundado el 4 de Mayo de 1908, estableciéndose en la casa de la Calzada del Monte, número 121.
Fué creado dicho almacén por los gerentes: Manuel Fernández Grau y Antonio de los Reyes Fernández Grau.
El 10 de Mayo de 1917 se decidieron a dar un gran paso de avance en la industria tabacalera. Fué entonces, cuando surgió, victoriosamente, triunfalmente, la gran fábrica de tabacos “El Favorito”, la cual se encontraba establecida en una espléndida casa situada en la calle de Figuras número 26.


Bello y justo acierto la elección del nombre ¡El Favorito! En efecto. En casi todas las fiestas, en banquetes suntuosos, a la hora del reparto de los tabacos, surgen, como una realidad gloriosa para el buen fumador—para el fumador que tiene delicada conciencia de lo que es un excelente puro— las cajas conteniendo en su interior, las cremas, las brevas o las conchas de “El Favorito”.
En Figuras, 26, donde estaba establecida la fábrica de tabacos “El Favorito,” se elaboraban diariamente de treinta mil a cuarenta mil tabacos.


La fábrica de tabacos “El Favorito”, mandó, como los demás fabricantes, sus diversas muestras al Gobierno americano. De primera intención se le ordenaron a la fábrica desde los Estados Unidos, el envío de quinientos mil tabacos.
Dicha orden fué recibida por los señores Fernández Grau el día 24 de abril. Pues bien: el día 18 de Mayo 1918 fueron embarcados para los Estados Unidos los quinientos mil tabacos. Por dicha orden se le pagaron a los señores Fernández Grau, por el Tesoro de los Estados Unidos, la cantidad de veintiséis mil setecientos cincuenta pesos.
Ese embarque de tan formidable cantidad demuestra incontestablemente que los señores Fernández Grau, tenían puesta su Casa a la mejor altura, pues en 19 días entregaron esos quinientos mil tabacos de una orden extraordinaria, sin abandonar, no obstante, las otras órdenes corrientes.


Tan grandioso éxito obtenido por los señores Manuel y Antonio Fernández Grau, se debió a su laboriosidad, a su perseverancia y a su inteligencia en el trabajo.
De interés: Personalidades y negocios de la Habana
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