Entre los principales negocios de Matanzas en 1917 figuraba en lugar preferente “El Gran Hotel Louvre”. El negocio estaba situado en el lugar más céntrico de la población frente al hermoso Parque Libertad, antiguamente Plaza de Armas, pudiéndose desde sus balcones escuchar las bandas que actuaban allí.
Dicho Hotel estaba montado con todos los adelantos modernos de la época por lo que indiscutiblemente resultaba en su género lo mejor en cuanto a confort y elegancia. Desde su entrada se advertían el aseo y el orden.
Contaba con instalación eléctrica completa; tenía tres teléfonos, espaciosa sala de espera, elegantes y cómodas habitaciones, tres salas de recibo y conversación, barbería, sala de lectura, magníficos baños, restaurante de primer orden con dos salones comedores de los que uno era privado, cantina y escogidos empleados.
El negocio podía acoger unos cien clientes a los que jueves y domingos se les ofrecían selectos conciertos. Se respondían los pedidos al teléfono 952, el correo se podía dirigir al Apartado postal 233 y los cables a “Escalante”. Se atendía al público en inglés, francés o español.
En este mismo período su propietario era el señor Licenciado don Alfredo Arriaga, hombre culto y activo que hablaba los tres idiomas con los que se atendía a la clientela. Fue igualmente el Sr. Arriaga Presidente de la Sociedad Filarmónica; Secretario del Club Vasco Montañés; Secretario de la Sociedad de Viajantes en Matanzas y Vicepresidente de la Sociedad de Contadores de Cuba, Abogado e Ingeniero Industrial.
Para el viajero inteligente que llegaba a una ciudad “ávido de calor local” era este Hotel una de las primeras manifestaciones, acaso la más elocuente, para poder darse cuenta del grado de cultura e importancia de aquella.
En efecto, el turista y el hombre de negocios, el que viaja por diversión o por interés, están acostumbrados al confort, a la comodidad, a lo que han disfrutado en los hoteles de primer orden en otros países; tienen el gusto delicado y exigente no conformándose con las medianías y confirman la regla práctica de que “lo bueno nunca es caro”.
Sin duda alguna el Gran Hotel Louvre no dejaba nada que desear por su fino trato, excelente servicio e inmejorable localización.
Tuvo su época en que era lugar predilecto para pasar los novios sus lunas de miel (Honey-mooners Paradise) sabiéndose por adelantado que tendrían habitaciones dedicadas y convenientes agregadas con esmerado servicio. Los agentes e intérpretes esperaban a los huéspedes del hotel a la llegada de los ferrocarriles y vapores sirviendo en todo lo posible a los deseos de los viajeros.
La fundación se realizó en la segunda mitad del siglo XIX. Primeramente propiedad de Escalante y Hermanos funcionó como fonda y posada anunciándose así en 1876. En aquella época se encontraba el negocio en la calle Milanés (Gelabert) números cuatro y seis.
También estuvo en Milanés 56 y en el 35 hasta que en 1904 pasa al 47 que es el número y localización que conocemos en la actualidad. Durante mucho tiempo giró bajo la dirección de Escalante y familia. Al fallecer Juan Escalante hacia 1910 pasa a su viuda y es administrado por Alfredo Arriaga quien ya en 1917 aparece como propietario.
Desde 1922 el propietario del Hotel Louvre es Vicente Moncholi y así lo reseña el Magazine La Lucha para el período de 1923-24, con varias fotos y entre ellas una de su dueño.
El Louvre continuará girando bajo la misma razón social y pasando entre las manos de varios dueños hasta que en 1937 es adquirido por Antonio Palacios y Cía. quien lo mantiene hasta su nacionalización por el nuevo gobierno en 1962. Si bien el negocio tuvo varios dueños el inmueble por su parte perteneció a la familia Bea.
A fines de 1966 se reparó parcialmente y en el 1967 comenzó a prestar servicios, cerrándose nuevamente por mantenimiento desde 1980 hasta 1985.
Una de las habitaciones fue amueblada con un juego de cuarto que perteneció al Conde José Eugenio Moré Labastida. Después de otro largo período en el que se mantuvo cerrado reabrió en octubre del 2018 marcando con esta fecha el 325 aniversario de la ciudad de Matanzas.
Referencias bibliográficas y notas
- “Gran Hotel Louvre”. El Libro Azul de Cuba (The Blue Book of Cuba). Habana: Imp. Solana y Cía., 1917, p. 284.
- Menéndez Alfonso, Miriam. “Los Hoteles en la ciudad de Matanzas en los siglos XIX y XX”. Anuario de Investigaciones Culturales, 2003.
- Personalidades y Negocios de Matanzas
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