
Humberto Giquel recibía de los aficionados al radio el sobrenombre de “padre del radio” en la Habana, y sus trasmisiones aunque con poca potencia, eran claras, exactas y bien moduladas.
La estación de Giquel estaba situada en la calle de Escobar entre Virtudes y Concordia, Habana.
En la fotografía puede verse a la derecha, el panel de la pequeña planta transmisora. A la izquierda, los equipos receptores y las bocinas de campana.
Giquel, trasmitía sus programas de música mecánica todas las noches a las nueve precedidas del reporte del tiempo y la hora oficial.
Posteriormente Giquel anunció y empezó a construir, una nueva planta de 500 watts pero dificultades materiales imposibilitaron su terminación.
Sin embargo, justo es consignar, que hubo un tiempo en que la planta de Giquel era la esperanza de los pocos aficionados que solo tenían la P.W.X. y la 2-H G.

En 19231 se anunciaba Humberto Giquel y Compañía como la casa mejor surtida de aparatos y accesorios de radio telefonía en la isla de Cuba. El comercio se encontraba en la calle de Escobar número 65 y respondía al cable Giquelco y teléfono A-9994.
Informaban que los precios estaban al alcance de todos y distribuían la revista en español “Radio Record”, manual en español A. B. C. para aficionados y principiantes. Representaban la Jewett Wae Co., Simpley Co., Magnavox Co., Daxton Co., AD. Aurienia, Gilfillan Bros. Inc., Stamley & Patterson, Belcanto Corp., Burgess Batery Co., The Radio Guild y la Ind. de Veau Co.
En su estación Radio-C. G transmitía conciertos radio-telefónicos los lunes y jueves, además de que diariamente y a las 9 P.M. dar el estado del tiempo y las noticias de última hora.
El mobiliario del Estudio de Giquel2
La próxima semana (22 de junio 1923) será recibido por los señores Humberto Giquel y Comp., de Escobar 65, todo el mobiliario para montar el Studio de la potente estación trasmisora 2-C G. El salón studio será todo de color azul tornasol con oro y mimbre.
El Studio, será cubierto totalmente por tela de seda para recoger así mejor los sonidos musicales y el canto y una elegante lámpara también de mimbre colocada en el centro del techo, servirá como de corona a la bóveda que forma el techo. El Studio será dotado de un magnífico plano y de lujosas alfombras.
En cuanto a la Instalación de la nueva estación transmisora, todas las piezas serán manejadas automáticamente desde una pizarra. Los señores Giquel, nos han asegurado, que su estación será de 500 vatios, ni uno menos, pues de lo contrario la devolverán a la fábrica que la está construyendo, lo que garantiza a los aficionados que sólo poseen aparatos de galena, la seguridad de que la puedan oír.

Los hermanos Giquel se proponen abaratar tanto los efectos de radio, que los aficionados podrán adquirir por poco dinero, equipos eficientes, para oír todas las estaciones.
Bibliografía y notas
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