
En la calle de Marina, número 12, se levantaba el edificio de la Havana Auto Co. Ocupaba una extensión de 2.500 metros cuadrados, y 45 metros de frente. En 1918 la Havana Auto Co. planeaba ocupar otro nuevo local, más extenso y grandioso.
El nuevo edificio se levantaría en la calle de Infanta y 23 ocupando una extensión superficial de diez mil metros cuadrados. Obra gigantesca de medio millón de pesos. Tal es el éxito estupendo y maravillosos de la Havana Auto Co.
Bastará una cifra para reafirmar el poder y el triunfo de la Havana Auto Co.: el promedio anual de sus ventas ascendía a la cantidad de dos millones de pesos. Cifra, realmente asombrosa. El capital de la Compañía era de quinientos mil pesos.

Formaban la junta directiva de la Havana Auto Co. personalidades distinguidas y relevantes del mundo de los negocios. Todas ellas perfectamente conocidas y de poderosa solvencia económica: Octavio Seiglie, Presidente; doctor Néstor Mendoza, Vicepresidente; doctor Julio Batista, Secretario.

Vocales: señor José Gómez Mena, señor Luis Mendoza.
Entre los accionistas principales: doctor Claudio G. de Mendoza, doctor Carlos Párraga, doctor Gonzalo Aróstegui, Sucesión de Roberto Orr, doctor Fernando G. de Mendoza, señores Arellano y Mendoza.
Sus agencias principales eran:
Pierce-Arrow. El Pierce-Arrow es el carro del lujo y la distinción, por excelencia. Las principales personas de nuestro mundo social, político, comercial, poseían el elegante y suntuoso Pierce-Arrow.
He aquí una pequeña lista de esas personalidades, conocidas y acaudaladas todas, que poseyeron su Pierce-Arrow: señor Presidente de la República, señor Vicepresidente. Los Secretarios de Gobernación, Instrucción Pública, Sanidad y Guerra y Marina.
Señores: Regino Truffin, Narciso Gelats, José Gómez Mena, Agapito Cagigas, José Marimón, Juan Gelats, Armando Godoy, general José Miguel Gómez, Francisco Rocaberti, Santiago Barraqué, José Narciso Gelats, Francisco Vizoso, Pedro Arenal, doctor Jacinto Pedroso.
Otra agencia. El Mercer. Decir Mercer, es hablar del carro más popular de Cuba.
También el Hupmobile. Había más de cien carros de esta marca en circulación constante en Cuba.
Los camiones Pierce-Arrow, eran utilizados por los grandes almacenes, dedicados a los grandes transportes en Cuba.
Renault. Carro francés. Era el mejor carro europeo. Aunque, con motivo de la guerra europea (I Guerra Mundial) no podía traerse este carro, los modelos antiguos del Renault, seguían funcionando en Cuba, con la mayor satisfacción de sus dueños, quienes nunca los reemplazaban con otros carros.

La Havana Auto Co. contaba con magníficos talleres de carpintería, pintura, chapistería, herrería, soldadura autógena, mecánica en general, electricidad; empleados en dichos talleres más de cien mecánicos expertos, y un grandioso surtido de más de cien mil pesos en piezas de repuesto, estando en condiciones de atender rápidamente a sus clientes.
Servir siempre a los clientes. Concentración de esfuerzos a fin de que nunca carecieran de sus máquinas, y reposición gratuita de las que tuviesen: tal era el lema de la Havana Auto Co.
En 12 de enero 1917 eran invitados los cronistas al acto inaugural de la nueva casa construida por los señores Seiglie & Tolón en Marina 12. Allí quedaba instalada la Havana Auto con gran garaje, amplios depósitos y oficinas montadas a todo lujo. El señor Presidente de la Republica, después de visitar el magnifico edificio, dejó en el álbum de la Havana Auto Co. su autógrafo. Al Acto fueron invitados los representantes de las grandes casas de automóviles.1
Havana Auto Co. de Seiglie & Tolón
Así contó el cronista Fontanills la inauguración:2 Visité la Havana Auto Co ayer. Se había hecho una invitación especial para un grupo de cronistas, para representantes de casas de automóviles y para amigos particulares.
Es magnífico el edificio construido en Marina 12, calle que por momento va creciendo en importancia, para esa compañía que bajo nueva denominación y manteniendo el nombre primitivo de la simpática razón social de Seiglie & Tolón tiene interesados en sus vastos negocios del automovilismo a personalidades distinguidas de nuestra sociedad, como los Mendoza, Párraga, Batista, Ruz y Orr entre otras.
Empresa eminentemente cubana que cuenta entre sus parroquianos desde el Primer Magistrado de la República con lujoso Renault hasta el modesto flivver Chevrolet que gana honradamente su peseta en empeñada lucha contra sus secuaces.
Aquel Salón de Exposiciones, que se divisa desde la calle, cerrado de cristales, puede competir con los mejores del extranjero. Muy espacioso y muy elegante. Luce mobiliario de Lao y Hermano, arquitectura de Arellano y Mendoza y ornamentación del famoso Clavel de los Armand.
Los cronistas que nos reuníamos ayer en la Havana Auto Co., entre otros, Alberto Ruiz, Benítez, Román, Calzadilla y Tró, tuvimos ocasión de admirar los nuevos Pierce-Arrow, verdaderos palacios ambulantes, según frase gráfica.
Han sido importados algunos de ellos para don Cosme Blanco Herrera, la señora Serafina Hernández Viuda de Tolón, don Pedro Arenal, Mr. Norman Davis y la señora Margarita Del Monte Viuda de Sánchez.
Es costosa la máquina. Del lujo de que está dotada bastará con señalar un detalle. La adquirida por el opulento caballero don Pedro Arenal, y que es un landaulet elegantísimo, aparece forrada interiormente de un damasco de oro cuyo precio, por yarda, es de veinticinco pesos.
El Presidente Wilson ha hecho del Pierce-Arrow su máquina favorita. Un cuadro, de los que adornan las paredes del Salón de Exposición, presenta al reelecto Presidente en ocasión de subir al auto.
Llaman la atención las Mercers alineadas bellamente entre el conjunto. Máquina predilecta de quien es leader de nuestra alta sociedad, la señora Lila Hidalgo de Conill, cuenta entre sus adictos al general Emilio Núñez y a los señores Rafael Torruella, Armando Gil Castellanos, Julio Quiñones, Manuel Aspuru y Oscar Astudillo.
Son preciosos los últimos modelos de Mercers pedidos a Seiglie & Tolón por los señores Guillermo Zaldo. Gonzalo Freyre, Gustavo Giquel, Jorge Rodríguez y nuestro querido Administrador, señor Nicolás Rivero y Alonso.
Tuve oportunidad de conocer esos Premiers que el popular artista Jaime Valls ha escogido como el carro de línea más elegante que existe. Tienen un mecanismo curioso. Cambian los Premiers de velocidad con solo oprimir un botón. Los maneja un niño.
Muchas otras marcas conocidas, como Hupmobile, Rolls Royce, etc., ostenta la casa de los señores Seiglie & Tolón, primeros entre la pléyade de nuestros jóvenes distinguidos dedicados al comercio automovilista.
Allí entre sus Sales Managers, cuenta la Havana Auto Co. con el diligente y entendido Miguel Campuzano, driver famoso que ganó en 1911 el primer Premio de la Casa Locier.
En 24 octubre 1925 sabemos que tienen un edificio en el Vedado: ¡Hollywood! Es el nombre de un regio Cabaret que se está instalando en el último piso del magnífico edificio conocido por Havana Auto, sito en la calle 23 y P, en el Vedado. Para 1927 se menciona que en el antiguo edificio de la Havana Auto situado en 23 y O3 se encuentran las oficinas de Ómnibus de la Habana.
Tal era la Havana Auto Co. Triunfo cubano realmente maravilloso.
En lo que respecta al señor Octavio Seiglie y Martínez, quien estaba casado con la dama Ofelia Crusellas Álvarez, fue encontrado su cadáver calcinado el 28 de abril 1936 junto al de Agustín Martínez Domínguez en un auto, completamente destruido por el fuego, kilómetro 18 frente a la laguna Castellanos entre Guajay y Santiago de las Vegas. Todo parece indicar que habían sido secuestrados. Que en Paz Descansen.
Bibliografía y notas
- Diario de La Marina. Año LXXXV, núm. 12, 12 de enero 1917, p. 5 ↩︎
- Fontanills, Enrique. “Havana Auto Co.”. Diario de La Marina. Año LXXXV, núm. 11, 13 de enero 1917, pp. 4, 5. ↩︎
- “Una interview con Mr. Scragg administrador de Ómnibus de la Habana”. Diario de La Marina. Año XCV, núm. 337, 4 de diciembre 1927, p. 27 ↩︎
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