
Los Almacenes de San Ignacio y los hermanos Manuel Gutiérrez Cueto y José Gutiérrez Cueto en la Habana de 1903. Tenemos el gusto de presentar hoy á nuestras bellas lectoras dos queridísimos amigos nuestros, y no sólo nuestros sino de todo el público habanero. Ahí los tenéis, mostrando en sus semblantes la honradez acrisolada de sus almas y la indomable energía de sus espíritus, templados como resistente acero para las terribles luchas
de la vida en el incesante palenque del trabajo.
¿Habrá alguna de nuestras lectoras que no haya visitado alguna vez en los Almacenes de San Ignacio, á los simpáticos hermanos José y Manuel Gutiérrez Cueto? Pues éstos son los que hoy honran con su figura las páginas de El Fígaro, ya que nosotros nos honramos siempre con su amistad inviolable y con su trato fino y delicado como pocos.
Pero al presentarlos hoy en nuestras columnas no es nuestro intento hacer un reclamo de sus famosos Almacenes de Tejidos, pues ellos están sólidamente acreditados. “Su fama por el Orbe vuela”, pues no sólo en la Isla de Cuba son populares los hermanos Gutiérrez Cueto, si que también en Nueva York, Barcelona, París, Liverpool, Viena y Hamburgo, es tan respetada la firma de Gutiérrez Hermanos, que ella sólo basta para abrir en su favor un crédito fabuloso.
Nosotros pues, no pretendemos hacer la apología, por otra parte bien merecida, de tan respetable casa: nuestro fin es presentar al comercio de Cuba el más cumplido modelo de laboriosidad, honradez y constancia, poniendo al pié de los retratos de estos queridos amigos el lema de Labor omnia vincit.
Todas las dificultades se vencen con la constancia en el trabajo: como lo prueba la casa de Gutiérrez Cueto, pues de pequeños principios, y atravesando la isla los tiempos más calamitosos que hemos conocido, ha logrado el inteligente José Gutiérrez Cueto, eficazmente ayudado por su hermano Manuel, levantar los Almacenes de San Ignacio á la altura de los mejores de la clase de tejidos, por el espléndido surtido de telas de que siempre están pletóricos, por la exquisitez y gusto de todos sus géneros y por los precios baratísimos que reinan en esa casa, porque sus filantrópicos dueños no dudan sacrificar su interés personal en aras del bien público.
Una visita á los Almacenes de San Ignacio, Obispo 52, entre Habana y Compostela, y se convencerán de la veracidad de nuestro acerto.
José y Manuel Gutiérrez Cueto se promocionan desde la prensa
Habana, Abril 28 de 1902.
Sr. Director del Diario de La Marina. Muy señor nuestro: Bien conoce Vd. los continuos sacrificios que los Almacenes de San Ignacio vienen haciendo desde su fundación en pro del público cubano, sacrificios á que ha correspondido dignamente este mismo público mirando siempre con predilección nuestra casa importadora de
tejidos.
Ahora bien: acercándose las fiestas de la Republica y considerando las angustias de nuestra situación financiera, hemos determinado hacer grandes rebajas en las telas que acabamos de importar expresamente para estas fiestas; rebajas que poniendo riquísimas telas al alcance de todas las fortunas, harán que todos puedan presentarse vestidos conforme lo exige la grandiosidad de los actos que vamos á presenciar.
Perdone Vd . señor Director si nos tomamos la libertad de hacer saber por medio del periódico de su digna dirección á los numerosos lectores las positivas ventajas que reportarán al vestirse con los baratísimos géneros, casi regalados que para estas fiestas les ofrecen los Almacenes de San Ignacio.
Estas rebajas, verdadera ganga nunca vista en la Habana, regirán hasta el mes de Junio.
José y Manuel Gutiérrez Cueto
Bibliografía y notas
- “Almacenes de San Ignacio”. Revista El Fígaro. Año XIX, núm. 2 y 3, enero 1903.
- Diario de La Marina. Año LXIII, núm. 110, 10 de mayo 1902, p. 1.
- Personalidades y negocios de la Habana
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