Las grandes mansiones habaneras: la bella residencia de los esposos Martí- Bances. Sección a cargo de Renée[1] de García Kohly.
Modelo delicioso de casa típica cubana es la encantadora residencia del caballeroso General José Martí[2] y su bella esposa Teté Bances[3], tan queridos de la sociedad habanera.
En una esquina del pintoresco barrio del Vedado, como un latente recuerdo del pasado, se levanta la antigua casona con su aire colonial y romántico.
Sencilla de arquitectura y de ornamentación, tiene la plácida y tranquila apariencia de una matrona de otros tiempos, feliz y satisfecha.
El rasgo saliente de la fachada son sus vastos portales adornados de grandes macetones de caoba, con hermosas palmas que acarician las paredes dándoles vida y alegría.
Ningún estilo más apropiado que este para la residencia del hijo del Apóstol Martí.
Ese sabroso ambiente criollo, apacible, patriarcal, tan atractivo, es el mayor encanto para los que la visitan y admiran.
Para los extranjeros es verdaderamente sugestiva; para los cubanos, una reminiscencia simpatiquísima de la tradicional vivienda de nuestros antepasados; clara, abierta, como era franca y sincera su hospitalidad.
Rodeada de preciosos jardines, objeto predilecto del hada de la casa, a los que dedica sus mañanas con amoroso empeño. El jardín termina en una arboleda, como los antiguos patios cubanos, con exquisitos frutales y airosas cañas bravas, formando ese bello y perfumado ambiente de nuestra primavera eterna, tan envidiada del mundo entero.
Teté Bances, la gentilísima dueña de la casa, que tiene un gusto exquisito, ha sabido combinar en su antigua y hermosa casona, la elegancia y el confort modernos, sin que por eso pierda ese cachet[4] ideal, lleno de encantos, que ella conserva con fervor.
El elegante hall de entrada, que ocupa el lugar que antiguamente se llamaba zaguán, está adaptado con singular acierto y buen gusto, y prepara favorablemente al conjunto que se admira en toda la casa. Muebles severos, ricos tapices, alfombras valiosas, grandes jarrones y cuadros de mérito que conserva Teté de sus padres.
Sobre las mesas de ricos tallados, lámparas y bibelots, colocados con arte.
El living-room , —la antigua saleta,— es una hermosa pieza, decorada con severidad y elegancia perfectas.
La gran alfombra armoniza con la rica tapicería de los muebles, y sobre la biblioteca lucen finos potiches[5] de porcelana de China. Preciosos cuadros antiguos adornan las paredes y sobre una cómoda las típicas y finas guardabrisas de cristal mantienen la nota de antigüedad.
El salón de recibo, de grandes dimensiones y altas ventanas, se conserva casi en el mismo estado en que lo dejaron los queridos padres de Teté. Hermosos espejos, ricos muebles, y alguno que otro detalle en muebles de tapicería de legítimo Aubusson[6], que han traído de sus frecuentes viajes los actuales dueños.
El coqueto boudoir[7], decorado en gris y azul, tiene todos esos detalles femeninos tan delicados, cojines, muñecas y una vitrina en la que se han reunido preciosidades exquisitas y retratos en magníficos marcos.
Una lámpara de bronce con flores esmaltadas en colores sirve de punto final a tantas bellezas.
El cuarto de Teté, como primoroso estuche de fina perla, es una maravilla de delicadeza.
Sobre el color rosa pálido de sus paredes se destacan las cortinas de tafetán vieux rose[8], que caen sobre los transparentes de finísimos encajes legítimos y sostienen guirnaldas de menudas rositas en los más lindos matices.
Los muebles laqués en gris, repiten en su decorado las mismas flores.
El couvre-lit[9] es una maravilla, de tafetán vieux rose trabajado primorosamente en anchas franjas de fruncidos y ruches tan pequeñitos, que parece obra de hadas.
Lo adornan finísimos encajes y flores de tafetán.
En el mismo estilo es el cubre-pié de la chaise-longue con profusión de lindísimos cojines, en medio de los cuales una muñeca exquisita se reclina, indiferente, entre tanta idealidad.
En un ángulo de la habitación, la indispensable y coqueta poudreuse, delante de la ventana un pequeño paravant[10], un Coromandel precioso.
Una biblioteca con los libros preferidos, de autores selectos, demuestra la cultura y espiritualidad de su dueña.
El comedor, lujosamente decorado en delicado tono gris, se prolonga en un bay-window, al que da precioso fondo la arboleda con su natural y verde ramaje.
Una gran consola de mármol con dos hermosos potiches y un espejo cuadriculado son el principal adorno del comedor y enfrente, en el buffet, brillan pájaros y candelabros de plata cincelada.
Expresamente he dejado para lo último lo que constituye el clou[11] de la casa y su mayor encanto y atractivo: la galería y la terraza. Nada más delicioso y simpatico que esta hermosa galería, que como en las antiguas casas cubanas, se extiende desde la saleta al comedor, entre los cuartos y el patio.
Ningún detalle se ha omitido para conservarla en este estilo típico cubano, encantador.
Frescos y cómodos muebles de mimbre en tonos azul y miel, verdes palmas, jardineras colgantes rebosando de verdor, jaulas con alegres pajaritos, mesitas para fumar, para té y labores, todo cuanto pueda hacerlo agradable y bello.
Es el lugar preferido de los dueños de la casa y del que pueden sentirse orgullosos, pues es único en La Habana.
En este sitio encantador, que conserva su sabroso ambiente de distinguida franqueza, se han celebrado fiestas deliciosas, cenas, aniversarios de bodas felices, tés, parties de bridge y mah-jong[12] y tertulias inolvidables.
De la galería de la casa de Teté Bances y Pepe Martí podemos decir que ¡vale un imperio!
En la actualidad la antigua casa del matrimonio Martí Bances es el Centro de Estudios Martianos y su dirección corresponde a Calzada 807 (anteriormente 103), barrio del Carmelo, Vedado, Habana, Cuba. Puede ver otras fotos en este enlace: Catálogo Centro de Estudios Martianos.
Bibliografía y notas.
[1] Luisa Renée Grossetaite casó con el abogado Juan de Dios García Kohly el 5 de enero de 1898.
[2] El General José Martí y Zayas-Bazán fue ingeniero y jefe del Ejército Nacional de la República de Cuba.
[3] María Teresa Bances y Fernández-Criado, esposa del General José Martí y Zayas-Bazán. Se le conocía como Teté Bances.
[4] Cachet: del francés, sello de elegancia, estilo y gracia. Coloquial caché.
[5] Potiche: Jarrón, adorno y florero.
[6] Aubusson: localidad en Francia famosa por su centenaria manufactura de tapices. Véase https://fr.wikipedia.org/wiki/Tapisserie_d%27Aubusson
[7] Boudoir: Gabinete, camarín y saloncito (Diccionario Larousse). Lugar de recepción.
[8] Vieux Rose: Viejo rosa. Anticuado rosado? Antiguo o pálido color rosa?
[9] Couvre-lit: cubrecama.
[10] Léase Paravent: Biombo o Mampara compuesta de varios bastidores unidos por medio de goznes, que se cierra, abre y despliega. Los llamados de Coromandel, que eran chinos aunque el nombre haga referencia a una localidad geográfica en la India, eran particularmente apreciados. Gabrielle (Coco) Chanel los coleccionaba poseyendo más de 30.
[11] Clou: Clavo, en el sentido de importante, punto central, atracción principal.
[12] Mahjong: Juego de mesa de origen chino. https://es.wikipedia.org/wiki/Mahjong
- de García Kohly, Renée. “Las grandes mansiones habaneras: la bella residencia de los esposos Martí- Bances.” Revista Social, Agosto 1930, pp. 33-35.
- De interés: La Boda de José Martí Zayas Bazán y Teté Bances.
Deja una respuesta