
Esta ciudad que se halla á los 23°, 2’40” latitud boreal, i á los 75°, 16′ i 10” longitud O. del meridiano de San Fernando, está situada en las costas septentrionales de la Isla i en el fondo de la bahía de su nombre: por consecuencia, dista del punto por donde se supone pasar el trópico de Cáncer 25′ i 20” de manera que su día mayor, que es el 21 de junio, consta solamente de 13 horas, por hallarse en el clima 3° de horas.
Los rios San Juan i Yumurí dividen la ciudad en tres grandes partes, que son: Matanzas, propiamente dicho, entre uno i otro rio, Pueblo-Nuevo, en la llanura que se estiende á la derecha del pintoresco San Juan, i Versalles, á la izquierda del Yumurí, en sitio bastante elevado.
La fundación de Matanzas data desde el sábado 10 de octubre de 1693, día en que el Capitan jeneral de esta Isla D. Severino de Manzaneda i Salinas hizo trazar las primeras líneas de la ciudad, oficiando de escribano i agrimensor Juan Oribe de Ozeta.
El día 12 del propio mes el obispo de Cuba, D. Diego Evelino de Compostela, bendijo la primer piedra de la iglesia: el 13 se bendijo también la primer piedra del castillo de San Severino: el 22 el escribano Ozeta, comisionado por el Sr. Manzaneda, hizo el reparto i medida de 31 solares entre otras tantas familias de Canarias, con el objeto de que edificasen casas donde pudiesen morar; i el 30 practicó la misma operación con 33 caballerías de tierra entre otras tantas familias para que las cultivasen.
Estas caballerías comprendían los terrenos situados en la márjen derecha del San Juan que el rei D. Cárlos II había hecho comprar con este objeto al monasterio de Santa Clara de la Habana á que pertenecían.
Las familias fundadoras de Matanzas, cuyos jefes reunidos al toque de una caja de guerra recibieron esta merced, i de las cuales existen actualmente muchos descendientes directos, fueron las siguientes:
- Estéban Torres,
- Juan Rivero,
- Salvador i Anjel Perez,
- el sarjento Simon Gonzalez,
- Domingo Alfonso,
- Domingo Rodriguez,
- Diego García Oramas,
- el alférez Juan Gonzalez Bello,
- Diego Gonzalez Bello,
- Matias Laguna,
- Andres Barroso,
- Miguel Alfonso,
- Juan Dominguez,
- Melchor de Melo,
- Baltasar Gonzalez,
- el capitan Diego Mendez de Leon i Yada,
- Blasina de Goya,
- Luis Perez,
- Jacinto Gonzalez,
- el alférez Andres Diaz,
- Pedro Fernandez,
- Miguel Perez Mallea,
- Pedro Hernandez,
- Juan Gonzalez,
- Francisco Martin,
- Simon Diaz,
- Pedro Baez,
- Gaspar de los Reyes i Salvador Alvarez,
- Julian Diaz Gonzalez,
- Pedro i Urbano Perez
- i Diego Felipe de Boza solamente recibieron solares.
El primer cabildo i eleccion concejil que hubo en Matanzas tuvo efecto el dia 8 de diciembre del año de 1694, i fué presidido por el mismo Capitan jeneral D. Severino de Manzaneda. En este acto, á que concurrieron las principales cabezas de las familias fundadoras, fueron elejidos alcaldes el capitán Diego Mendez de Leon i Yada de primer voto, i de segundo el vecino Miguel Alfonso de Armas: rejidores, Domingo Alfonso Ruiz, Diego García Oramas i Salvador Perez Romellon: procurador jeneral, Pedro Fernandez Guerrero.
La segunda elección tuvo lugar el 26 de abril de 1697. En ella salieron electos alcaldes los citados Salvador Perez Romellon i Diego García Oramas; rejidores, Andres Diaz, Sebastian Rodriguez i Miguel Perez Mallea; procurador jeneral, Simon Diaz: cuyo acto fué presidido por el capitan D. Juan de Selva, comisionado por el Capitan jeneral.
De esta manera siguieron haciéndose las elecciones concejiles hasta que en junio de 1717 fué declarado perpétuo el Ayuntamiento de Matanzas, i no electivo como ántes lo era.
Matanzas se mantuvo en un estado de suma pobreza en todo el siglo 18; i sus habitantes no se dedicaban á otro cultivo que al de las viandas i cereales de nuestra zona. En mas de una centuria careció la ciudad de escuela fija donde pudiese recibir educacion su juventud; tampoco tuvo, sino temporalmente, alguno que otro médico ó curandero, i tal cual farmacéutico, herrero, zapatero etc. Todo respiraba miseria, i aun hubo un tiempo en que sus habitantes carecieron de pan por mas de tres dias.
Sin embargo, desde mui á los principios de este siglo Matanzas empezó á dar señales de vida i vigor, i su comercio, agricultura, poblacion i riqueza territorial fueron tomando un aumento rapidísimo hasta llegar al punto en que la vemos hoi.
Actualmente tiene la ciudad regulares colejios, i todas las comodidades que pueden ofrecer al viajero los pueblos ricos, donde se han desarrollado los beneficios que trae consigo la civilización.
En octubre de 1693 solamente se delinearon en dirección E. O. las calles llamadas del Río, Medio i Gelabert, i en dirección NS, las conocidas hoi con los nombres de Matanzas, Jovellanos i Ayuntamiento.
Las principales que existen hoi i que corren de E. á O. son: la de Narvaez, en la márjen izquierda del San Juan, la del Rio ó sea de O- Reilly, i las del Medio ó Ricla, Gelabert, Contreras, Manzano ó Teatro, Daoiz, Velarde i Salamanca. Las principales traviesas son: las de Aillon, Magdalena, Matanzas, Jovellanos, Ayuntamiento, Santa Teresa, Zaragoza, Manzaneda, Dos de Mayo, América, Compostela i San Cárlos, que pasa por la casa de Beneficencia.
Hoi está dividida la ciudad en dos grandes cuarteles i seis barrios á cargo de uno de los alcaldes mayores i un comisario. La poblacion de Versalles i los barrios intrapuentes del Ojo de Agua, Teatro i Fernando VII componen el primer cuartel: la de Pueblo-Nuevo con los barrios de la Iglesia, Plaza de Armas i Mercado componen el segundo.
Las plazas i plazuelas de la poblacion intrapuentes son: las de Colon, Iglesia, Armas, San Francisco, Mercado, Gerona, Cortés i ojo de Agua.
Tiene Matanzas 2877 casas, entre estas muchas de madera, ó embarrado. Sus rentas llegaron en el año de 1846 á la cantidad de un millon i 150 mil pesos poco mas ó ménos: el movimiento mercantil esterior à 7 millones i pico, i puede contener en la actualidad 21 mil habitantes ántes mas que ménos.
Todos sabemos que los alrededores de Matanzas son mui pintorescos; i que rodean á la ciudad por el NO, O., S. i N. i una sucesion de bellas colinas, desde cuyas cimas se goza de un panorama soberbio.
El valle del Yumuri, regado por el riachuelo así nombrado, es el paisaje mas bello que puede imajinarse. Circundado todo él de cerros poco elevados, cuyas faldas se hallan esmaltadas de esmeraldinas plantas, cubierta su estensa superficie de millares de enhiestas palmas reales, adornada ademas de esto de innumerables plantíos de arroz, maiz, yuca, cañas de azúcar ó tabaco, como tambien de centenares de casitas i humildes bohíos, la vista se recrea á la salida del sol, imajinando un nuevo Elíseo, ó el Eden de los sagrados libros.
Para entrar en este Valle hai varias rutas; pero es digna de notarse la garganta por donde se abre paso el Yumurí hácia el mar i la ciudad, conocída con el nombre del Abra. Esta no es otra cosa que un monte tajado en dos partes, ó mejor dicho, dos rocas inmensas que tal vez estuvieron unidas en tiempos que no podemos calcular. Su aspecto agreste, los cortes verticales de que se compone, los grandes fragmentos de las mismas rocas que al parecer van á desprenderse sobre el espectador, el ancho cauce i los verdes mangles que cubren las riberas del rio, todo llama la atencion en aquel lugar.
La gobernacion de Matanzas hoi tiene por límites el mar hacia el N., al E. la jurisdicción de Cárdenas, al SE. i S. la de la tenencia de gobierno de Alacranes, i al O, la de Jaruco.
Sus costas son mui rocallosas, i contienen en primer lugar el embarcadero de Camacho á seis leguas E. de la ciudad, un poco mas al O. está el surjidero i pequeña ensenada de Camarioca, i luego la bahía de Matanzas, con fondo solamente para fragatas, i fortificada con el castillo de San Severino al N., i los fuertes titulados Peñas-Altas i Morrillo al S.; este en la embocadura del Canímar.
Al N. de la jurisdiccion de Matanzas están los surjideros de Bacunayagua i Puerto Escondido.
Las puntas principales de estas costas son, empezando siempre por el oriente la de Camacho, Punta Brava, Maya, que es la mas notable, i la de Guanos-Altos inmediata á la boca del Canímar.
En las costas que se estienden desde la bahía de Matanzas hasta el surjidero de Puerto Escondido se encuentran: Punta Gorda dentro de la bahía, punta de la Sabanilla en su estremidad NE., punta del Ubero Alto mas al N.; i en seguida las del Seboruco, Guanos i Peñas Altas hácia el O.
Los montes mas notables de Matanzas son: el Pan llamado de Matanzas, á tres leguas de la ciudad, con 460 varas de elevacion, el cual se divisa desde el mar á distancia de 12 á 15 leguas, i está separado del Palenque por un valle ó garganta de 2 mil varas de ancho, que riega i atraviesa el San Agustin en direccion N. S.
En el Limonar se ven varios cerros aislados, entre los cuales sobresalen las lomas de Don Alonso.
Al E. de Matanzas i en los límites de su jurisdicción se estiende la sierra de Guamacaro ó Tetas de Camarioca, de formas cónicas.

El río mas caudaloso de Matanzas es el Canímar, navegable unas dos leguas i media por goletas hasta el caserío llamado el Tumbadero, situado en su ribera derecha: tiene de curso poco mas de seis leguas; nace en la hacienda de las Moscas; recibe por su derecha los riachuelos de la Palma, Mozas, Yaití i Moreto, i por su izquierda algunos arroyuelos insignificantes, i desemboca al E. de la bahía de Matanzas. Sus márjenes, mui escarpadas en las dos i media leguas que median entre el mencionado caserío i el fuerte del Morrillo, se hallan cubiertas de peñascos elevadísimos, mangles mui verdes i otros arboles frondosos, que le dan un aspecto encantador.
Mas al E. desagua el de Camarioca, afluente del Seco, ambos de pobre caudal.
En el fondo de la bahía de Matanzas i en los estremos N. i S. de la ciudad, á distancia uno de otro 500 varas cuando mas, desaguan el San Juan i el Yumurí, como sabemos todos.
El primero, llamado antiguamente Rio de Matanzas, se forma con las aguas de los riachuelos i arroyos denominados Santa Ana, San Pedro i la Vieja: recibe por su izquierda al San Agustin que nace en el cuabal del Espinar en la hacienda de Caunabaco, i pasando entre los montes llamados Pan i Palenque, riega por último la hacienda de San Agustin, de la cual toma el nombre que tiene. Casi en la última parte de su curso, este rio recibe á su vez por su derecha al cristalino Cañas que se forma con las aguas de los riachuelos Magdalena i San Francisco de Paula.
El segundo, es decir, el Yumurí, apenas es digno del nombre de rio: fórmase de los arroyos afluentes denominados rios Grande i Chico, riega el hermoso valle del Yumurí, i entra al fin en la bahía de Matanzas.
En las costas del N. de la jurisdiccion de Matanzas desaguan los pequeños rios de Bacunayagua i Puerto-Escondido.
Las lagunas notables de la jurisdiccion de Matanzas son: la de Maya, abundante de caza i pesca, al E. de la ciudad i á distancia de dos i media leguas, i la llamada Laguna Larga al SE. de Ceiba-Mocha.
Hasta el mes de Junio de 1847 la jurisdiccion de Matanzas era circular, con 6 leguas provinciales de radio, medidas desde la puerta principal de la iglesia, i contenia 9 capitanías, las cuales eran: Camarioca, Guamacaro ó sea Limonar, la Guanábana, Sabanilla del Comendador, Santa Ana, Seiba-Mocha, Yumuri, Versalles i Pueblo Nuevo.
La superficie de la jurisdiccion era de 71 leguas cuadradas con 9,540 caballerías de tierra, entre las cuales 1378 se reputaban como infructíferas.
Contábanse en toda esa estension de terreno 145 injenios, 210 cafetales, 340 potreros, 1380 estancias, 140 tejares i 40000 almas de población rural.
Hoi día las capitanías de la jurisdicción de Matanzas se han reducido á 71: la primera es la de Camarioca con la pequeña población así nombrada, la segunda la del Limonar ó Guamacaro, partido mui abundante de cafetales ó injenios, i que tiene la aldea llamada el Tumbadero de Canímar, en la confluencia del Canímar i el Moreto, i el pueblo del Limonar algo mas al E. en un gran valle ó llanura de tierras bermejas.
La tercera capitanía de partido es la de Canímar á la izquierda del Canímar, con la aldehuela de la Guanábana junto al ferro-carril de la Sabanilla, en un llano pantanoso.
La cuarta es la del Yumuri al N. de Matanzas con la pequeña poblacion llamada Corral-Nuevo, al O. del valle i NE. del Pan.
La quinta es la del Naranjal al O. de la citada ciudad.
La sesta es la capitanía de Versalles, la cual no es otra cosa que un suburbio de Matanzas, que hoi cuenta cosa de 1600 habitantes.
La sétima i última capitanía es la de Pueblo Nuevo, suburbio tambien de Matanzas, que contiene 3600 habitantes.
Las noticias históricas antiguas de Matanzas no pasan de los años de 1513 ó 14. Los indios designaban con el nombre de Yucayo el sitio en que se halla hoi la ciudad, donde parece que tenian algunos caneyes i bohíos:
lo cierto es que cuatro años ántes de efectuarse la conquista de esta Isla, queriendo atravesar la bahía de Matanzas treinta españoles náufragos, no sabemos si de Versalles á Playa de Judíos ó viceversa, se concertaron con los indios de estas inmediaciones para que los pasasen en sus canoas ó cayucos de una á otra costa; pero estos, en lugar de cumplir su convenio, no bien se vieron en medio de la bahía, volcaron las canoas i con los remos mataron à varios castellanos.
Sin embargo, aun pudieron escapar de esta matanza ocho hombres i dos señoras, á quienes solo conservaron con vida los indios juntamente con el español García Mejía; pues los otros siete fueron colgados pocos dias despues en las ramas de una seiba. De resultas de este suceso lamentable dicen algunos historiadores antiguos que se puso á este puerto i al territorio contiguo el nombre de Matanzas, cosa algo inverosímil.
En 1518 el jóven capitan Juan de Grijalba, pariente de Velazquez segun algunos, que habia salido de Cuba el dia 8 de Abril con 4 embarcaciones en que llevaba 250 individuos de tropa, aportó al puerto de Matanzas á mediados de dicho mes con el objeto de hacer provisión de casabe i carne de puerco en las estancias i corrales de muchos castellanos que aquí moraban.2 Acompañábanle en esta espedicion el historiador i soldado Bernal Diaz del Castillo, el célebre Pedro de Alvarado, Francisco de Montejo, adelantado despues de Yucatan i Alonso Dávila, todos entónces hacendados de la Isla.
Parece tambien que entre los castellanos que poseian esa clase de fincas junto al puerto de Matanzas, se contaba Diego Velazquez, quien tenia por estas inmediaciones algunas estancias ó corrales;
puesto que el mismo historiador dice que habiendo proseguido Grijalba su navegacion á Méjico el dia 20 del citado mes, i tornado el 9 de octubre siguiente al mismo puerto de Matanzas con los buques i jentes que llevó, encontró aquí al adelantado después de Honduras Cristóbal de Olid:
el cual le entregó una carta de Velázquez, en que le ordenaba marchase inmediatamente á Santiago de Cuba, i que dijese á la jente que estándose aprestando otra armada para volver á poblar en Méjico, los que quisiesen tornar en ella se entretuviesen en las estancias que allí tenía hasta la salida de la espedicion.
Desde mediados del mismo siglo 16, muchos corsarios i piratas ingleses, franceses i holandeses dieron en visitar el puerto de Matanzas con el objeto de hacer provision de víveres i leña, i entre estos el mas famoso fué el ingles Francisco Drake, temible marino de aquellos tiempos que saqueó varias poblaciones de esta parte del mundo.
A principios del inmediato siglo una escuadra holandesa apresó dentro del puerto de Matanzas á unos galeones españoles que iban cargados de plata para la Península.
Ya en esa época habia en esta bahía algunas chozas de paja; es decir, una aldehuela, i tan cierto es esto, que en una Real cédula espedida el 8 de Octubre de 1607 se habla de Matanzas suponiéndola poblada; de modo que lo único que se hizo en 1693 de órden del rei D. Cárlos II fué aumentar la poblacion con las familias de Canarias que hemos mencionado, al principio de este capítulo, fortificar el puerto con el castillo de San Severino para ahuyentar á los píratas, i trazar la planta de la ciudad.
En el siglo siguiente, en 1762, Matanzas fué ocupada por las armas británicas poco tiempo despues de la toma de la Habana, que fué el 13 del mes de Agosto, Eran entónces alcaldes ordinarios de esta ciudad los señores Morejon i Roque de Escobar, i comandante del castillo D. Felipe García de Solis, quien, aunque hizo algunos aprestos i trató de acopiar mucho casabe i carne en el fuerte de su mando, al fin tomó la determinacion de volarlo i marcharse con su corta guarnicion hàcia Santiago de Cuba.
Ya hemos dicho el estado de pobreza en que siguió Matanzas desde su fundacion en 1613: su caserío casi todo de paja, así como su iglesia, mejoraron algun tanto en el siglo 18; pero no así su poblacion que continuó siendo mui escasa hasta principios del presente siglo.
En 1802 la poblacion urbana no pasaba de 3100 almas, i de 4532 la que tenia diseminada por los partidos rurales de su jurisdiccion.
En 1813 la poblacion de la ciudad llegaba á 4000 almas i á 10000 la rural. En aquella época ya tenia 163 casas de teja i azotea, 493 de paja i ademas 37 injenios i 73 cafetales en su jurisdiccion.
En 1815 de Real órden se declaró cabeza de gobierno la ciudad de Matanzas, siendo su primer gobernador el Sr. Tirry i Laci.3 Bajo el acertado mando de este funcionario la población urbana i rural ascendió á 20,271 almas, i los injenios i cafetales llegaron al número de 75 de cada clase.
En 1839 la población rural ascendía solo á 40 mil almas, i existían ya 145 injenios i 210 cafetales.
Por último ya hemos dicho al grado de prosperidad á que ha llegado Matanzas en este siglo; i con razón esperamos que cada año esta prosperidad se acreciente mas i mas, como lo desean todos sus buenos hijos.
Bibliografía y notas.
- Es natural que pronto no sean mas que 5, pues se espera que Camarioca i el Limonar queden anexados á la gobernación de Cárdenas, según la nueva división administrativa. ↩︎
- Herrera. ↩︎
- Al marqués de la Cañada de Tirry, han sucedido como gobernadores los Sres. Aillon. Narvaez, Bauzá, Noriega, Jáuregui, Buitrago, Oña i Falguera. ↩︎
- “Matanzas.” Álbum del Yucayo, Matanzas: Tipografía de Salinero y Compañía, 1847, 187-199
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