Ramón de Palma en el “Álbum universal” de 1860. Si hemos de juzgar del estado de la literatura de cualquier época por los poetas que mas se han distinguido en ella, la que corresponde al período en que D. Ramon de Palma se dio á conocer debe contarse como una de las mas florecientes para nuestro país.
Y en efecto lo fué, porque en ella cultivaron las letras y dejaron escritos preciosos, bien que en corto número y de breves dimensiones, los hombres que mas notables consideramos en ese campo amenísimo.
— D. Ramón de Palma, hoy abogado, natural de la Habana, empezó á publicar sus bellas producciones bajo el pseudónimo de D. Alfonso Maldonado: compusieron estas un pequeño volumen que dedicó el autor á su amigo el Br. D. Toribio Sanchez de Almodóvar, que con esto otro pseudónimo encubría también su verdadero nombre el malogrado D. Domingo Delmonte; volúmen que fué recibido con regocijo y entusiasmo por la juventud, alcanzando desde entonces su autor la envidiable y bien merecida reputación de poeta.
Palma publicó por el año de 1837, en union del estudioso literato D. José Antonio Hecheverría, el Aguinaldo Habanero, delicada y preciosa colección de artículos ligeros y poesías escogidas de escritores cubanos.
Fué editor del Álbum, publicación del mismo género y que constó de doce tomos en octavo: fundador con Hecheverría del Plantel, periódico quincenal, por el estilo de la Revista de la Habana; y colaborador de casi todos los que desde entonces se han publicado, y de algunos periódicos diarios, como el Diario de la Habana en su mejor época.
Fué uno de los primeros que vio en escena una producción dramática suya, La vuelta del Cruzado, que aunque de corta estension fué recibida con aplauso.
En 1845 dio á luz, con el título de Aves de paso, una completa colección de sus poesías, la que forma el mas hermoso timbre de su justa fama literaria; mas tarde, en 1841, siendo redactor del Diario de avisos, publicó un cuaderno de versos titulado Hojas caídas, y dos ó tres años después otro cuaderno con el título de Melodías poéticas, ambos de igual mérito por lo escogido de sus materiales.
Por último, entre los escritos de Palma merecen citarse muchos del género crítico, en prosa, que le valieron el dictado de escritor correcto y elegante.
Las poesías de Palma se distinguen por el sentimiento y por la pureza de la dicción, sin que falten en muchas de ellas raptos de ardoroso entusiasmo, lo cual comprueba que su estilo ha debido mucho á las escuelas de Byron y de Quintana.
Ramón de Palma y Romay (1812-1860) en “Evolución de la cultura cubana.”
Nació, en la Habana, el 3 de enero de 1812. Murió, en la misma ciudad, el 21 de junio de 1860.
De haber escrito la Condesa de Merlín en castellano su historia de le soeur Inés, que vió luz en 1832, sería ésta la novela cubana más antigua; pero descartado el libro de la senora Santa Cruz, como perteneciente a la literatura francesa, aunque en la autora veo siempre a una cubana en París, se podría considerar como la primera novela cubana la del neorlandés don Francisco de Paula Serrano, titulada Ricardo de Leyva o Una muerta a tiempo, impresa en 1836.
Sin embargo, como la patria de Serrano y la trama de la obra me impiden clasificar a Ricardo Leyva como novela cubana, propiamente dicha, hay que recurrir a; grupo de las publicadas en 1837 para fijar la primera producción novelesca en nuestra literatura:
La Heredera de Almanza del vizcaíno José María Andueza; Matilde o Los bandidos de Cuba, del habanero Antonio Bachiller y Morales; El ave muerta y La peña blanca, del vueltabajero Cirilo Villaverde, y Matanzas y Yumurí, del tambien habanero Ramón de Palma; y como ésta ultima es de las cinco que acabo de mencionar, la que primeramente fué escrita, resulta Matanzas y Yumurí el primer ensayo novelesco de escritor cubano.
Ramón de Palma, de quien ya hablo, como poeta, en el segundo volumen de esta obra, produjo cuatro novelas: Matanzas y Yumurí; El cólera en la Habana; Una Pascua en San Marcos y El ermitaño del Niágara, que se publicó en el folletín del Diario de la Marina.
En su trama y en su estilo, palma procura ser realista, adelantándose a su tiempo; pero la influencia del medio le hacía flaquear, y, a veces, era inverosímil, confuso y cándido.
Biografía y Notas.
- Ramón de Palma en “Álbum universal, Periódico semanal de ciencias y artes con retratos, vistas, costumbres y biografías bajo la dirección de los Sres. Acosta y Pérez.” Habana: Imprenta La Cubana, 1860, 243-244.
- Carbonell y Rivero, José Manuel. Ramón de Palma en “La Prosa en Cuba (Novelas, Cuentos, Leyendas) Tomo II.” Habana: Imprenta de Montalvo y Cárdenas, 1928.
- Escritores y Poetas.
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