
Los Regalos y postales de la fábrica de cigarros y picadura La Eminencia. Una industria triunfante. El desarrollo que en Cuba han alcanzado las industrias es verdaderamente prodigioso. En todos sentidos, por doquiera que el observador dirija la mirada, la más halagüeña perspectiva ofrece ante sus ojos admirados ese desarrollo peregrino, exponente verdad de la inmensa vitalidad del país y de las poderosas actividades que en él se inician, perduran y prosperan.
Muestra brillante de esto que acabamos de decir, y en lo que a la industria tabacalera se refiere, sobre todo en lo que a la elaboración de Cigarros concierne, es la gran fábrica La Eminencia, nombre que tan bien se ajusta a la fama universal de que goza y al inmenso crédito que disfruta.
La jugosa, rica y exquisita hoja vueltabajera, no ha encontrado mejor intérprete, digámoslo así, ni manufactura más hábil que, elaborándola con arte admirable e irreprochable gusto, la presente al mundo como ha logrado hacerlo La Eminencia para deleite de los fumadores y orgullo de esta tierra prodigiosa.
Esta fábrica, que tanto honra y enaltece a la industria cubana, bien puede vanagloriarse de que sus productos, con tanta Justicia por cierto, sean los preferidos del público y los más celebrados entre todos los que, en época de exagerada competencia como la actual se llevan al mercado.
En cuanto a la picadura que elabora La Eminencia, sabido es que está reconocida como la mejor de Cuba, dado que para ella dispone esa fábrica de la mejor hoja de Vuelta-Abajo, siendo la de esta calidad la única empleada, bastando aspirar el aroma de la misma para convencerse de ello.
Los cigarros de La Eminencia son de distintas clases, todos superiores, lo mismo los llamados elegantes que los de arroz finos, lo mismo los cilíndricos que los ovalados, como también los de las diferentes clases de papel, papel que no puede ser igualado por ningún otro.
Tal ha sido el éxito alcanzado por la gran fábrica de Cigarros y picadura La Eminencia que, para corresponder al inmenso favor que el Público le dispensa, adquiere en el extranjero los bellos y artísticos objetos que regala a sus parroquianos; habiendo llegado a ser una verdadera casa importadora —la única fábrica que se permite ese lujo— de regalos para obsequiar con ellos a los consumidores de sus productos.

Cada cajetilla de esos excelentes cigarros, lleva una preciosa postal, y la persona que haya reunido cierto número de ellas puede cambiarlas por los objetos que, para regalos importa La Eminencia.
Esos regalos tienen ya fama y son solicitados con verdadero empeño por el público; y en cuanto a las preciosas postales, sabido es como son buscadas por las personas de gusto y el afán que existe por formar con ellas álbumes que resultan preciosos.

Tal ha sido el éxito alcanzado por las postales de La Eminencia —de esto está enterado todo el mundo— que lugares hay en esta capital donde acuden los aficionados a esas curiosidades a proveerse de las que necesitan para su colección, canjeándolas por otras, o adquirirlas ofreciendo por ellas algo en relación directa con el entusiasmo del coleccionista; de manera que esas bellas tarjetas de La Eminencia, han llegado a ser, en cierto modo, un valor, como cualquier otro de los que se cotizan en plaza.
No puede, pues, fábrica alguna de cigarros entre las innumerables que hay en Cuba, sentirse tan satisfecha por sus triunfos y prosperidad como La Eminencia.
El distinguido caballero, señor Francisco Gómez Soto es el único Agente de esta gran fábrica en la Habana, establecida en Belascoain número 461, siendo el de su teléfono 8541.

El Fígaro ha querido que figuren en sus páginas las fotografías de ese confortable salón como uno de los que más gustan a nuestras señoras elegantes.
En verdad que parece aquello un museo de arte o un salón de bellas exhibiciones.

Bibliografía y notas
- Nótese que en una de las fotografías que acompaña el artículo aparece mencionado: Casa de regalos de La Eminencia en la calle de Belascoaín núm. 39. ↩︎
- “Una industria triunfante. Regalos y postales de La Eminencia”. Revista El Fígaro. Año XXX, núm. 25, 21 de junio 1914, p. 299
- Revista Vivero en Cuba. Año V, núm. 14, Habana, noviembre 1916
- Personalidades y negocios de la Habana
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