
La ciudad de Sancti Spíritus sigue teniendo su tradicional aspecto de población tranquila y laboriosa. Los espirituanos no son expansivos y viven más en el hogar que en la calle y por eso la ciudad parece una ciudad encantada. Hoy está al frente de la gestión municipal no sólo un hombre inteligente y probo, sino un Libertador que al actuar recuerda que debe sacrificarlo todo al ideal por el que dió su sangre, es decir, que Cuba debe ser una República digna.
Al escribir sobre Sancti Spíritus, no podemos olvidar el nombre de un compañero dignísimo y un ciudadano ejemplar. Nos referimos a César Cancio, que en sus mocedades nos acompañó asiduamente en las tareas de El Fígaro, distinguiéndose por su aticismo, por su humorismo, por sus espiritualidades. César Cancio fué un hombre ejemplar y al tomar hoy la pluma para referirnos a Sancti Spíritus, en donde él había visto la luz primera, hemos creído un deber recordarlo con cariño.
El Alcalde de Sancti Spíritus es de las autoridades de que puede ufanarse el país. Fué Coronel del Ejército Libertador y se llama Ruperto Pina Marín. Es popularísimo en el Término Municipal, en donde todos le aman y le estiman.

Sancti Spíritus es una población cultural. Allí se estudia y se lee mucho. La vida contemplativa de los ciudadanos es allí, generalmente, vida intelectual. Los más refinados se reúnen en la vieja sociedad “El Progreso”, alto centro de civismo, de intercambio intelectual, de cordialísima tertulia fraternal, de intensa comunión social.

Hace muy poco celebró “El Progreso” el cuarentenario de su fundación, con una fiesta que tuvo una gran resonancia artística y literaria. Allí dejó oír su voz elocuente y serena el Presidente de la sociedad, señor Félix García y Rodríguez, siendo muy aplaudido.

El señor Félix García Rodríguez es uno de los presidentes más cultos y entusiastas que ha tenido El Progreso, en cuyo seno ha llevado a cabo labor meritísima, así económica como social; orador de altos vuelos que, desde la tribuna sabe conmover y convencer; escritor correcto, que suele poner su pluma al servicio de la más edificante divulgación científica, como médico y amante de todo cuanto significa avance en el saber humano: la sociedad espirituana lo tiene en alta estima y ve en él, en su brillante juventud, una feliz promesa cívica, para un no lejano porvenir.

Tiene Sancti Spíritus vida intelectual propia, y en lo literario reafirma esa opinión el hecho de publicarse allí la valiosa revista “Hero”, que contiene selectos originales en todos sus números. “Hero” es un periódico de prestigio, que honra a cualquier ciudad en que se publique.
El director es el cultísimo escritor y poeta señor Anastasio Fernández Morera y del Castillo. De todos los poetas y literatos espirituanos contemporáneos, que forman la no muy exigua élite intelectual de la ciudad del Yajabo, ninguno ha sabido rendir en más breve tiempo, una labor más fructuosamente fecunda y de tan magna eficiencia, como lo ha hecho Jacinto Gómez Fernández Morera.
De una ilustre prosapia de poetas y escritores, modelóse su sensible alma de artista bajo el amoroso influjo de su excelente padre, el eximio bardo espirituano, culto crítico y castizo escritor, don Jacinto Gómez Fernández Morera.
Mas una vez que el hijo adquirió completo desarrollo, tomó rumbos propios, y su clara percepción del arte y la belleza, llevóle con fuerza irresistible innovadora a buscar en la magnificente plasticidad de la armonía, nuevos ideales en adecuada consonancia con el sentir contemporáneo.
Y si como poeta nos resalta inspirado, y sin ridículo artificio, como galano prosista de clara dicción y terso estilo, hoy disfruta de la justa fama de ser un ingenuo cuentista; circunstancia esta que, por sí sola, bastaría para consagrarle como un literato de alto fuste, ya que es de todos conocidos, que este género de composición literaria es de por sí uno de los más difíciles de abordar airosamente.






En la dirección de “Hero”, verdadero magazine latino-americano, ha sabido triunfar en toda la línea, merced a su personal esfuerzo, en ruda brega contra el indiferentismo pernicioso de la indiferencia artística que nos abruma; logrando con ello mantener enhiesta la bandera del progreso cultural de Sancti-Spíritus.
En todos los países del habla española, conocen esta preciosa revista, y en su escogida colaboración, vemos siempre estampadas las firmas de los más conspicuos literatos de las repúblicas Hispano-Americanas y de España; hecho harto evidente para dar fe de su eficiente vitalidad e indiscutibles prestigios.






El poeta Fernández Morera, sabemos que tiene dos obra en preparación. Un tomo de versos titulado “Lux in Tenebris” y otro en prosa, en que bajo el rubro de “Anormales”, forma un copioso volumen, de interesantes cuentos, que por su honda psicología constituyen una novedad literaria.
Como diarista, en el ingrato campo de la política militante, ha sabido conservar la más serena ecuanimidad, aun en los trances más escabrosos de la ardorosa polémica sectaria. Y es que, Anastasio Fernández Morera, por su exquisita cortesanía, por su apacible temperamento franco y conciliador, resulta un modelo de cumplidos caballeros, siendo por lo mismo una de las personas que en su querida ciudad natal disfrutan espontáneamente de justa estimación y aprecio.
Hoy, acertadamente, desempeña el cargo público de Administrador del Distrito Fiscal, de esta ciudad, con ejemplar probidad; es miembro prominente del Club Rotario, e insustituible Presidente de la Sección de Literatura de “El Progreso”, la secular institución espirituana.
Cruz es otro de los miembros valiosos de la directiva de “El Progreso”; médico cirujano, bien acreditado por brillantes éxitos; hombre de moralidad exquisita, que ha hecho de su profesión un sacerdocio, desde el cual, sin reclamos ni vana ostentación, presta consuelo espiritual y científico desinteresado a los menesterosos que a él llegan atraídos por el lastre de sus múltiples virtudes; inspirado poeta que, bajo el pseudónimo “Aníbal de Azur” hace tangibles sus ideas y sentimientos, en purísimos versos. El doctor Gaspar de la Cruz constituye uno de los más sólidos prestigios del solar espirituano.
Estar en Sancti Spíritus y no hablar de la familia de Francisco del Valle, es decir, de Frasco del Valle, sería lapsus imperdonable. El capital de esa familia es el más formidable de aquella jurisdicción y por eso intentamos hacer una información de cuanto con los bienes de esa familia se refiera.
Frasco del Valle fué el fundador y propietario durante muchos años del llamado Ferrocarril Espirituano, que hace poco ha pasado a ser propiedad de la poderosa empresa de “Tuinucú Sugar Co.”. El amable señor Leopoldo del Castillo nos facilitó algunos datos acerca del rico ingenio Central Natividad, que es la finca predilecta de la familia Valle.

Fué fundado el Natividad en 1864, por el coronel del Ejército español Antonio Modesto del Valle. Era entonces un gran ingenio, pero de tipo anticuado, ni siquiera la sombra de lo que hoy han llegado a ser los poderosos centrales.
Durante muchos años, solamente molió este Central, 30,000 sacos de azúcar; sin embargo de tener sus maquinarias más potencia; pero los campos eran poco extensos y se reducían mucho los meses de zafra.
La extensión total de terreno del central “Natividad”, es de cuatrocientas caballerías, todas propiedad, sin contar una infinidad de caballerías de la misma sucesión, y que no se hace mención de ellas, por referirnos solamente a lo que comprende el Central; de estas cuatrocientas caballerías, tiene sesenta sembradas de caña, por administración, y cien repartidas entre colonos, teniendo un estimado para la zafra de 1924 a 1925, de ochenta mil sacos de trece arrobas de azúcar.
El año anterior, o sea la pasada zafra, los campos de veinte años de sembrados, produjeron como promedio general, a cincuenta y cinco mil arrobas por caballería, demostrando asimismo la calidad de estos terrenos, que en explotación todos, serían unas de las importantes de Cuba.
La casa del Ingenio es moderna, de acero, con capacidad para la instalación de maquinarias suplementarias, si fueran necesarias.
Las máquinas moledoras son compradas a la casa Fulton y las remoledoras a la casa Stewart, con potencia para moler ciento veinte mil arrobas en veinticuatro horas consecutivas; la casa de calderas está equiparada con las maquinarias, no teniendo que demorar las molidas por ahogarse los tachos, que es como vulgarmente le llaman los azucareros, sobre todo hay un “cuádruple efecto” comprado a la casa Diviñó, y centrífugas Morui.
Los rendimientos durante la pasada zafra, fueron de un 78 por ciento por cada cien arrobas de caña, y 11.24 por ciento de arrobas de azúcar por cien de caña.
Una señorial casa de vivienda, residencia de los Valle; casa de administración, casa tienda a cargo de los señores Jacobo Pedro e hijo, y cuarenta casas Bungalow.
Sancti Spíritus, en su afán de laboriosidad, tiene sus cigarros propios. No desdeña los de la Habana; pero prefiere, naturalmente, los suyos, los que se hacen en la fábrica espirituana llamada La Juventud. Esos cigarros están elaborados con la hoja del mejor tabaco y su aceptación es tan grande, que los piden por correo de muchas partes de la República.
Por cierto que, cuando visitamos la fábrica, nos enteramos que se había disuelto la razón social poseedora de la marca. Antes se llamaba Fernández y Sáenz, y hoy gira bajo el solo nombre de Anastasio S. García.

Deambulando por las calles de Sancti Spíritus, encontramos una pintoresca Asociación que confirma las pujanzas que tiene en todas partes de la República la colonia asiática, o por mejor decir, los hijos del celeste Imperio.
Esta sociedad china tiene un nombre complicado: “Wahkin John Jay Buy”, y aunque buscamos quien nos tradujera al español esos nombres, fué en vano nuestro intento. Preside la sociedad Nicolás Chea, un chino afectuoso e inteligente, que sabe conllevar la vida social entre los ciento diez asociados con que cuenta la institución.

Son todos chinos comerciantes, establecidos en Sancti Spíritus o sus cercanías, que por un peso mensual tienen un lugar en donde reunirse y disfrutar de una interesante biblioteca y juegos lícitos.
El barrio de Santa Lucía puede considerarse como uno de los más Importantes de Sancti Spíritus, tanto por su progreso comercial como por su riqueza agrícola. En este último aspecto, debe citarse una extensísima zona tabacalera cultivada en su mayoría por hijos de las islas Canarias o descendientes de ellos, sin que dejen de haber muchos cubanos.
Viajando hacia el E. hacia Santa Lucía, se encuentra la poderosa finca llamada “San Carlos del Recodo”, propiedad del señor Jacinto de la Cruz, cubano distinguido, de las familias espirituanas de mayor abolengo, y persona de gran cultura social. Vive este querido señor Jacinto de la Cruz con gran confort en su admirable finca, a donde ha llegado la civilización en todas sus manifestaciones.
En efecto, hay allí, además de la magnífica casa principal de vivienda, que es toda de cedro, otras casas para viviendas de familias y que le dan un aspecto de pueblo habitado. La finca tiene veinticinco caballerías y en su mayor parte están dedicadas a la crianza de ganado y puede asegurarse que es la que pone más cerdos en el mercado de Sancti Spíritus.
Da gusto recorrer esta finca de “San Carlos del Recodo”, admirando sus pastos de guinea, sus quebrados montes vírgenes y sus copiosas aguadas, todo en orden, todo en plan de labor, advirtiéndose por todas partes el espíritu organizador del señor Cruz, que a los 66 años de edad hace con frecuencia viajes a caballo a Sancti Spíritus y tiene tiempo para presidir el Comité Conservador del Barrio, que ha llevado siempre al triunfo.
Además del “San Carlos del Recodo”, hay otra bellísima y notable finca en Santa Lucía, que se llama “Santa Elena del Recodo”, propiedad del señor Agustín de la Cruz y Torres. Es finca de ganado, con pastos de guinea riquísimos, cercada de alambre en toda su larga extensión.
Si en otra dirección dirige sus pasos el turista que sale de Sancti Spíritus y cae en la progresista Zaza del Medio, se encontrará allí como un templo levantado al trabajo, el magnífico establecimiento “La Francesa”. Es tradicional en Zaza del Medio esa tienda que podemos llamar proteica, porque en ella se encuentra de todo.

Fué fundada el año 1869 por el señor Miguel Fernández, que falleció hace seis años, viniendo a ocupar la señoría de la casa el señor Plácido Fernández Champion. Es éste un joven espirituano, de treinta y dos años, vigoroso, sano de cuerpo y de alma, a quien el porvenir sonríe.
Posee el señor Plácido Fernández, además, la bella finca “Flor del Campo”, que tiene un nombre tan atrayente como lo es la finca toda.
Dos Antonios entusiastas y esforzados: Antonio Rodríguez y Antonio Martín se han asociado y han continuado los negocios de otra tienda magnífica que es también orgullo de Zaza del Medio, y que se llama “La Larga”, título bien puesto, porque no cabe duda que irán lejos Rodríguez y Martín. Además de esa tienda que ellos han agrandado con una gran panadería movida por la electricidad, poseen un cinematógrafo Pathé, que es la animación del pueblo. Este Antonio Martín es un isleño que lleva en Cuba diez y ocho años, y como es muy joven, sostiene con razón que es más cubano que canario.
No digamos si tomando dirección opuesta vamos hacia Cabaiguán y tenemos la fortuna de visitar la famosa finca “La Piedra”. Todo lo tiene esta maravillosa posesión: enormes cañaverales, potreros que hacen horizonte para ganado, vaquería moderna, árboles frutales que son muchos, centenarios, bellísimos palmares… ¡Qué orgullo tiene con esta hacienda magnífica la familia Capestany!
Eusebio Capestany Galey fué su primer poseedor, a quien sucedió Emilio Capestany Camejo, su hijo, quien al morir en 1911 dejó la finca a su esposa, la respetable señora María de la Soledad Carvajal y Crespo y sus hijos, quienes en cordial fraternidad viven allí felices, haciendo producir a su amada finca “La Piedra” y viendo cómo la madre tierra da ciento por uno a todos los que la cultivan con amor.
Hay un barrio próximo a Sancti Spíritus, que como Cabaiguán, como Paredes, como Zaza, son fuertes vértebras que llevan a la columna central salud, vida, fortaleza: es el barrio de Jiquima. En estos barrios rurales puede decirse que reside la mayor vitalidad de la República.
En Jiquima nos fué grato entablar conocimiento con una persona en la que descubrimos cualidades exquisitas. No es un guajiro, a pesar de ser hombre de campo. Por sus maneras, por su conversación, parece un hombre de ciudad.
Lleno de esa sanidad de alma que da la Naturaleza a quien vive siempre en contacto con ella, es el señor Nicolás Torres Brito un modelo del cubano templado, sereno, cordial, expansivo y generoso que abundaban tanto en tiempos pasados entre nuestros campesinos.
Parece Nicolás Torres Brito haber nacido para colono: lo fué en “Violeta”, lo fué en “Zarza Verde”, lo fué en “Cocoito”, desmontándolas él mismo y elevando luego de sembradas su producción a dos millones de arrobas. Hoy posee la finca “La Carmela”, emporio de riqueza agrícola y en donde ha construido un verdadero chalet, que habita con su amante esposa y sus tres encantadores niños. Este noble hijo de Camajuaní merece la admiración de los lectores de El Fígaro, a quienes se lo presentamos como un hombre singular.
Y por último, cerca de ese prodigio de fuerza y de belleza que se llama Central Tuinucú, encontramos una importantísima colonia que merece ser comprendida en esta rápida e incompleta reseña que venimos haciendo de todo lo que vale de los alrededores de Sancti Spíritus.

Nos referimos a la colonia “Caja de Agua”, cuyo nombre está proclamando su fertilidad, porque llamarse “Caja de agua”, quiere decir que hay allí agua por todas partes. Es propiedad de los herederos de Pedro Alonso y la tiene en arrendamiento el señor José Alonso del Busto, quien la ha puesto en gran producción, pues tiene sembradas de caña, diez y ocho caballerías de las veinticinco de que se compone la finca, habiendo instalado todos los adelantos en materia de confort para los empleados, haciendo rendir cada caballería con un promedio de 50,000 arrobas.
¿Por qué no hemos de entonar un himno de admiración cordial a toda esa riqueza natural, a toda esa maravillosa explosión de energía que existe en los campos de Cuba y que son como la fuerza vitanda del sistema nervioso nacional?
Fígaro.
Bibliografía y notas
- “Impresiones Espirituanas”. Revista El Fígaro. Año XLI, núm. 9, septiembre 1924.
- Cruz Pérez, R. “Viajes de El Fígaro”. Sancti Spíritus. Notas Históricas. Revista El Fígaro. Año XI, núm. 29, 18 de agosto 1895, pp. 373-374.
Deja una respuesta