El decano de los Bancos del país fue el Banco Español de la Isla de Cuba fundado en el año de 1856. Desde entonces prestó siempre grandes servicios al desenvolvimiento comercial y agrícola del territorio colocándose entre las principales instituciones de su clase en la República a lo cual contribuyó poderosamente su antigüedad y su potencia financiera.
Debido a la honorabilidad con que siempre procedió y al entusiasmo que dedicó a los intereses de su gran clientela se granjeó el mayor cariño entre los elementos comerciales y el pueblo cubano.
En 1917 regía el Banco Español de la Isla de Cuba un Consejo de Administración presidido por el inteligente financiero don José Marimón y Juliach a quien secundaban, con el carácter de vicepresidentes, el acaudalado comerciante don José Gómez y Gómez, don Armando Godoy personalidad de gran relieve en el mundo de los negocios y don Manuel Suárez Cordovés, senador de la República, presidente de la Asociación de Almacenistas de Tabaco y jefe de una importante firma comercial de la Habana.
Eran vocales del Banco los señores Georges Dignet, Enrique Schueg, Pablo Boulanger, Manuel Lozano Muñiz, Francisco Palacio Ordóñez, José Roig, Ramón López Fernández, Ramón Suárez Pérez, Segundo Casteleiro Pedrera, Manuel Herrera Fuentes, Arturo Bosque Reyes y Antonio San Miguel.
La dirección de los asuntos del Banco se completaba con un cuerpo ejecutivo compuesto por un director general cuyo cargo desempeñaba el vicepresidente don Armando Godoy, cuatro subdirectores y un jefe de cambios, los cuales tenían a su cargo aquellos departamentos en que para su mejor manejo se repartían los asuntos de la institución.
El Banco Español de la Isla de Cuba tuvo por origen un decreto oficial y mientras Cuba fué española actuó siempre como agente fiscal del Gobierno de España. El período más floreciente en toda la historia del Banco fue, sin duda alguna, el que tuvo bajo la acertada dirección del notable financiero José Marimón Juliach.
Muchas medidas de trascendencia se señalan en esta etapa, entre ellas la apertura de las antiguas sucursales cerradas al extinguirse la soberanía española en Cuba y la creación de otras nuevas. Creadas desde 1899 para 1917 funcionaban cuarenta y una sucursales en un estado de prosperidad extraordinario.
Mereció por todo esto el señor Marimón el cariño que unánimemente le otorgaban sus compañeros. El acierto que siempre había demostrado en cuantas empresas mercantiles rigió y su cultura comercial vasta y firme llevaron a los accionistas del Banco a colocarle en la dirección suprema del mismo.
A la reorganización de esta empresa dedicó el señor Marimón todo su entusiasmo y toda su energía considerándola como empeño patriótico y digno de los mayores sacrificios.
La obra del señor Marimón puede apreciarse en toda su magnitud por el balance del Banco que alcanzó en diciembre de 1915 un activo de 44.685.853,96 pesos, siendo el efectivo, lo adeudado en esa fecha por los banqueros y el importe de la remesas en tránsito 9.766.883,77 pesos. Los depósitos sumaban 24.319.702,35 pesos, ascendían los préstamos a 16.738.593,35 y el saldo de reserva y utilidades era de 929.222,61.
En la Revista Vida Financiera madrileña en fecha de Julio 30, de 1915 encontramos la siguiente nota:
Banco Español de la Isla de Cuba
Secretaría
El Consejo de Dirección de este Banco en sesión celebrada el día de la fecha, en vista de las utilidades obtenidas en el primer semestre del corriente año, acordó repartir a los señores Accionistas un dividendo de 3 por 100 oro francés sobre las ochenta mil acciones de a cien pesos circulantes;
Pudiendo los señores Accionistas acudir a este Banco a percibir sus respectivas cuotas, por tal concepto, todos los días laborables en horas de doce a tres de la tarde, a partir del día 15 de julio próximo, inclusive; a excepción de los sábados cuyo pago será solamente desde las ocho de la mañana hasta las doce mañana.
Se advierte que habrán de cumplirse los requisitos que acerca del particular previene el Reglamento.
Habana 30 de junio de 1915.
El Secretario: José A. del Cueto.
Banco Español de la Isla de Cuba en Matanzas
En la ciudad de Matanzas se estableció la Sucursal del Banco Español en Julio de 1868 y estuvo situado en la calle de O’Reilly (Río y también Tello Lamar) núm. 29.
Admitía depósitos en cuentas corrientes y depósitos sin interés. Giraba transferencias y letras sobre la Habana al cargo del Banco Español, como también sobre las demás sucursales de dicho Banco en Cárdenas, Cienfuegos, Sagua y Santiago de Cuba.
Formaban su Consejo de Administración en 1881 los siguientes señores:
- Presidente y Administrador de la misma: Pedro Ricart y Torres.
- Consejeros: José Sainz, Casimiro Gumá, José Francisco Fonrodona, Narciso Botet, Nicolás Aballí y Francisco de la Torre.
- Secretario, José María Gago.
- Contador, D. Rafael E. Navia.
- Cajero, Ramon Rodés.
- Auxiliar de la Secretaría: José Guardiola y Manroy.
- Auxiliar de Contaduría: D. Miguel Sust y García, Ignacio Roque, Pascual Castilla, Alberto E. Navia.
- Auxiliar de Caja: Emilio Avalle, Luis Gil, Gonzalo Visiedo, Camilo Acosta.
Bibliografía y notas.
- Banco Español de la Isla de Cuba. Libro de Oro Hispano Americano. Sociedad Editorial Hispano Americana, 1917. p. 223-224
- El Banco Español de la Isla de Cuba y los falsificadores del siglo XIX.
- Banco Español de la Isla de Cuba en El Libro Azul de Cuba (The Blue Book of Cuba). Habana: Imp. Solana y Cía., 1917, 160.
- Roldán de Montaud, Inés. El Banco Español de La Habana (1856-1881) Revista de Historia Económica Año XIII. Primavera-Verano 1995, No.2 [PDF: En línea]
- Roldán de Montaud, Inés. La Banca de Emisión en Cuba (1856-1898) Banco de España Servicio de Estudios. Estudio n.º 44 – 2004 [PDF: En línea]
- “Banco Español de la Isla de Cuba, Secretaría.” Vida Financiera, Revista Decenal de Política, Economía y Hacienda. Julio 30, 1915.
- Mercurio: Revista Comercial Ibero-Americana. Octubre 16, 1913.
- Biblioteca Nacional de España.
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