La fábrica de gaseosas La Habanera fue una compañía que contaba con un capital de $1. 000. 000 en acciones preferidas y $1.500.000 en acciones comunes, era la dueña de las marcas más acreditadas en el mercado, como La Habanera, La Cruz Blanca, El Progreso y otras, si bien en 1925 no se dedica más que a la explotación de la marca de gaseosas La Habanera.
Cerrada en 1921 la antigua fábrica situada en la calle de Figuras, se trasladó todo el negocio a su otra planta, en la calle Carvajal y Leonor, en el Cerro, pero pronto la directiva se dió cuenta de que ésta no tenía capacidad para producir en proporción a la demanda, y compró una gran finca de unos 10.000 metros en el barrio industrial de la capital, en la Calzada de Buenos Aires, esquina a Agua Dulce, en cuyos terrenos finalizando el primer cuarto del siglo XX se levantaba una fábrica modelo, con todos los requisitos y adelantos.
Una vez terminada esta nueva planta, la Compañía podría producir diariamente hasta 6.000 cajas de 24 botellas en ocho horas.
Las máquinas, del tipo más moderno, estaban combinadas en forma tal que las botellas, desde el momento que entraban en la máquina lavadora, no eran tocadas por la mano del operario, hasta su colocación en las cajas de reparto.
El presidente de la Compañía era el conocido hombre de negocios señor Antonio San Miguel, y este solo hecho era una garantía de que la Compañía adelantara y prosperara en sus negocios, pues él sabía escoger su personal de confianza.
El administrador general era el señor Alberto Baljé, antiguo apoderado de la casa de H. Upmann y Co., y muy conocido en el comercio de la Habana, quien contaba con la ayuda valiosísima de un Jefe de ventas tan relacionado con este negocio como lo era el señor Herminio Valdivielso.
Bibliografía y notas
- Fábrica de gaseosas La Habanera en El Libro de Cuba. Habana: Talleres del Sindicato de Artes Gráficas, 1925. p. 829.
- Personalidades y negocios de la Habana.
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