

El Término de Guanabacoa es actualmente un municipio de la provincia de la Habana, Cuba. El anuario estadístico1 le acuerda una extensión territorial de 129,48 km2 donde conviven 112,521 personas. En 1944 su extensión territorial era de 189 km2 y la población contaba 31,000 habitantes pertenecientes en su mayor parte a la villa cabecera de Guanabacoa.
Al suceder Don Manuel de Rojas al Adelantado Diego Velázquez en el gobierno de la Isla en Septiembre de 1524, recibió recomendación expresa de la Corte de España , de cuidar de un grupo de indios que habitaba en un lugar llamado Guanabacoa , cuyo significado en la lengua indígena era “Sitio de Aguas”.
Al sustituir Don Diego de Mazariegos2 a Don Gonzalo Pérez de Angulo en el año 1556 como Gobernador General, uno de sus primeros actos fué dar cumplimiento a tal recomendación , la que a su vez había hecho al dejar el cargo Don Manuel de Rojas. Al efecto , dispuso la concentración en Guanabacoa, con el encarecimiento de que se les diera un trato humano y adecuado , de todos los indios que pululaban errantes por los campos. A más de 300 ascendía su número en el año 1574 . Hace más de un siglo, que se extinguió el último vestigio de la desgraciada estirpe.
La fuga del Gobernador Pérez de Angulo a la localidad india de Guanabacoa al ser atacada y tomada La Habana por el pirata Jacques de Sores en 1555, y la instalación allí del Ayuntamiento de la ciudad Capital, dió motivo a la primera mención de la citada localidad, haciéndola al mismo tiempo célebre por el ruidoso escándalo que produjo en el Ministerio de Ultramar la conducta del Gobernador.
El 12 de Junio de 1556 fue creado por el Gobernador Mazariegos el Ayuntamiento de Guanabacoa, otorgándole Carlos III a sus regidores, en 1562, el título de Perpetuos. La ermita que erigió en el barrio del Campo Santo en el año 1576 el Obispo Castillo, fué reconstruida y declarada parroquia por el Obispo Cabezas en 1607, bajo la advocación de Nuestra Señora de la Asunción.


La construcción de la actual iglesia fué terminada en 1721. Es Vicaria Foránea y está servida por los P. P. Franciscanos. Desde entonces , comenzó el aumento de la población, con naturales de Canarias y negros emancipados de La Habana. Fué realmente en el año 1617, cuando quedó instalado el Ayuntamiento, siendo su primer Alcalde Don Luis de Aguilar.
Por Real Cédula de 14 de Agosto de 1743, Felipe V le otorgó a Guanabacoa el título de Villa de la Asunción, y el uso del Escudo de Armas, cuyos símbolos son el mar, dos castillos y una montaña; y es en este siglo XVIII, cuando se establecen en Guanabacoa las comunidades religiosas y se crean las primeras escuelas gratuitas.
Cuando la invasión de los ingleses en el año 1762, vecinos de Guanabacoa a la cabeza de los cuales marchaba denodado e intrépido su Alcalde José Antonio Gómez (Pepe Antonio), libraron brillantes acciones contra los invasores; y el concurso prestado por los habitantes del Término a la Independencia de Cuba, es digno del mayor encomio.
El 5 de enero de 1838, el concejal Bartolomé Anleo recomendó la instalación del alumbrado de aceite de oliva, sistema que duró 23 años. En 1861 fué cambiado por el de gas hasta que posteriormente se utilizó la luz eléctrica.
Por Real Orden de 10 de Diciembre de 1841, fué creada la Tenencia de Gobierno de Guanabacoa , y en el año 1848, se verificó el deslinde de este Término con el de Jaruco. El progreso comienza a manifestarse en todos los órdenes.


El arte comienza a dar sus ostensibles manifestaciones en 1850 con la inauguración el 13 de Enero de la “Sociedad Filarmónica de Isabel Segunda”. En el año 1855 ya se había establecido en Guanabacoa el Juzgado de Primera Instancia.
En dieciséis de junio 1861 se fundó el ilustre Liceo Artístico y Literario cuya tribuna fue honrada por Varona, Cortina, Montoro, Fernández de Castro, Figueroa, Azcárate, y el Apóstol Martí. Este alto centro artístico y literario coloca a la Villa legendaria en un destacado sitial dentro de la cultura general cubana.
El Casino Español se estableció en 1875 y en 1900 la Sociedad de Instrucción y Recreo El Progreso así como El Porvenir.3
El 24 de enero de 1902, se le agregaron al Término de Guanabacoa, el barrio de Guanabo , y la porción de territorio de Campo Florido que pertenecía entonces al Término de Jaruco restableciéndose así sus antiguos límites. Por Decreto de 12 de Enero de 1904, fué concedido por el Presidente Estrada Palma un crédito de $ 250,000.00 para llevar a Guanabacoa el agua del Canal de Albear.
La Villa de Guanabacoa está unida directamente por carretera con La Habana, Regla y Santa María del Rosario, siendo excelentes sus comunicaciones con los otros poblados del Término: Cojímar, Campo Florido, San Francisco de Paula, Minas, Bacuranao, Pepe Antonio (Peñalver), San Miguel del Padrón, etc., etc.
El clima del Término de Guanabacoa es agradable. Su terreno es algo quebrado con alturas de poca importancia, y poco fértil. Produce algunos frutos menores, constituyendo su riqueza agrícola sus muchas y famosas vaquerías. Su territorio está surcado por algunas corrientes de poco caudal, y en su litoral se encuentran las playas de Cojímar, Bacuranao y Guanabo.
La proximidad de la Villa de Guanabacoa a la ciudad Capital, y las buenas comunicaciones del Término, han influido poderosamente en su progresivo desarrollo.
En 1943 el municipio de Guanabacoa se conformaba con los siguientes barrios:
- Bacuranao
- Campo Florido
- Cojímar
- Cruz Verde
- Este de Corral Falso
- Este de la Asunción
- Este de San Francisco
- Oeste de Corral Falso
- Oeste de la Asunción
- Oeste de San Francisco
- Pepe Antonio
- San Miguel del Padrón


Guanabacoa y sus fiestas tradicionales en 1894
Guanabacoa es, esta semana, el asunto favorito de la crónica. Sus fiestas tradicionales, lucidas, brillantes y animadas, han merecido elogios y alcanzado aplausos. La solemnidad religiosa que las inauguró fué encomendada en su parte musical á la orquesta que el señor Anckermann dirige y en la doctrinal al reputado orador sagrado Dr. D. Manuel José Dobal y García.


La señora María Luisa Mazorra de Cabello, cantó el Ave María de Otello, y los señores Rigal y Prieto, dirigidos por el señor Anckermann, el Ave María Stella.
El Dr. Dobal, eligió para su disertación, un tema bellísimo é interesante: La virtud de la mujer; y en magistrales párrafos, —modelados con la corrección de formas de una escultura helénica.— hizo galas de su erudición vastísima y su estilo impecable…
A la ceremonia religiosa, sucedieron otras diversiones: procesión, retreta, bailes, y en todos el lucimiento y el éxito fueron repetidos.
Hablar de Guanabacoa y no acordarse de la famosa fuente del Obispo, sería imperdonable. Por eso, al ofrecer hoy vistas de la poética y pedestre villa, encargamos a nuestro redactor fotográfico, una reproducción de tan interesantes manantiales.


La expresada fuente fué un tiempo punto de moda, al que acudían las familias aristocráticas á beber el rico y salutífero licor de la vida, como llamaban á sus aguas. Hoy, la fuente no ha perdido su virtud, porque la naturaleza es siempre la misma, pero ya no es visitada sino por algún modesto aguador.
¿Por qué se llamó á esa fuente del Obispo? Mejor que yo lo dice una lápida allí colocada. Hemos tomado copia de su inscripción que á la letra dice:
“El Ilustrísimo Sr. D. Gerónimo Valdés, Obispo que fué de esta Diócesis, habiendo hallado en esta fuente un tesoro de salud, en público provecho cuidó se cerrase de muros y cubriese con esmero.
El Sr. D. J. P. H. Peñalver y Navarrete [Q. E. P. D.], favorecedor para conservar el manantial en toda su pureza, de su peculio arregló la cañería que lleva el agua al pilón.
El Ayuntamiento de la villa de Guanabacoa, reconocido á uno y otro bien hechor, para eterna memoria y testimonio de su gratitud acordó se grabase esta inscripción á los 15 de Diciembre de 1804.”
No fué respetada la obra del ilustre Obispo y la incuria y el tiempo fueron destruyéndola, hasta que una mano generosa se encargó de su renovación, como se verá por otra lápida que allí aparece y en la que se lee:
“La Sra. Da Catalina Estrada de Mantilla, habiendo encontrado enteramente destruida la obra del señor Obispo y del señor Navarrete, y poseída de la bondad de esta agua, hizo construir de su peculio esta caja y cañería en obsequio de la salud del pueblo.”
Guanabacoa la bella en 1902
Todos los años, el 15 de Agosto, se viste de gala Guanabacoa para celebrar á la virgen de la Asunción, y las fiestas religiosas dan pretextos á fiestas profanas, unas y otras lujosísimas y fastuosas en los tiempos en que Dios quería…


Hoy, las fiestas no han perdido la animación de antaño, pero si la magnificencia. Esta devoción de Guanabacoa por la virgen de la Asunción data de tiempo inmemorial: los primeros pobladores de aquellos pintorescos lugares, rodeados de esbeltas palmeras, á que se dió el poético nombre de murallas de guano, al fundar su primera iglesia parroquial lo hicieron ya bajo la advocación de María Santísima de la Asunción.
La iglesia que hoy existe está situada en terrenos que cedió el Cabildo, casi en el centro de la Villa y donde estuvo la antigua ermita de Nuestra Señora de la Candelaria, según evidencia del acta capitular de 2 de Octubre de 1722, en que se hace relación de ello;
Y fué constituida á sus expensas, como lo dice la escritura otorgada por los Capitanes regidores don Domingo y don Antonio de Horta y el arquitecto don Alejandro Hernández, en 15 de Enero de 1714. La iglesia se concluyó en 1721, según lo atestigua una inscripción colocada sobre la puerta del baptisterio.
Antiguamente estuvo dicha parroquia en el Barrio del Campo Santo, en cuyo lugar la ardiente fé de nuestros mayores colocó una cruz como recuerdo piadoso; cruz que existió hasta el año de 1820 en que fué quitada con las otras que servían para rezar las estaciones.
Hoy, Guanabacoa ha perdido casi por completo el sello religioso que caracterizaba á sus habitantes, quienes hasta hace pocos años rezaban el rosario por las noches con los sacristanes que recorrían las calles con los ciriales y la cruz parroquial buscando ánimas que salvar del purgatorio.
La indiferencia religiosa ha sentado allí sus reales y Guanabacoa es una villa de creyentes, pero no de fanáticos, donde viven en tranquilidad paradisiaca cerca de 20.000 almas, que no dan señales de vida sino cuando abre sus puertas el patriótico y legendario Liceo ó el Casino Español, las dos sociedades que dan esparcimiento al ánimo de sus habitantes.
La urbanización está aún en pañales, y mucho se espera de las iniciativas de su actual Alcalde, el popular Sr. Diego Franchi, que se propone hacer de Guanabacoa un centro urbano de primera clase.


Los edificios principales datan de una época anterior al 1868 en que el poderío de la Habana fabricó allí espléndidas casas para pasar la temporada de verano.
Es célebre Guanabacoa por sus aguas termales y ferruginosas, corriendo por sus entrañas, además, ricos manantiales, siendo uno de los más populares, el conocido por fuente del Obispo, llamado así por haber sido descubierto por el Ilmo.. Sr. Gerónimo Valdés, que lo mandó abovedar. Más tarde, el Ilmo. Sr. D. José María Peñalver y Navarrete le mandó hacer cañería, y por último, en 1833 se construyó la actual bóveda, estanque y cañería cubierta á expensas de la señora doña Catalina Estrada de Mantilla.
Los nativos de Guanabacoa distínguense por su carácter altivo, poco dispuestos á soportar la opresión extranjera, como lo demostró el intrépido Pepe Antonio que con un número escaso de vecinos resistió heroicamente al ataque de los ingleses, después que éstos tomaron los fuertes de la Habana en 1762. Por eso, sin duda, escogió el Apóstol Martí la tribuna de su Liceo para pronunciar en época no lejana sus inmortales arengas.
Chroniqueur
De interés:
- Colegio Academia Lancha de Tomás Lancha Conesa
- Fábrica del Condimento 2 en 1 de Pedro A. López
- Manantiales El Boticario
- Parroquia Santa Ana de Guanabo y el Rev. Padre Cándido Fraga Santalla
Bibliografía y notas
- “Apuntes Históricos del Término Municipal de Guanabacoa”. Guía provincial de la Habana. Editorial Panamericana, Burgay y Cía, 1944.
- De la Guardia, Elpidio. Guanabacoa. Apuntes Históricos (1511-1927). Guanabacoa: Editorial Juan F. Mora, 1927.
- De La Iglesia, Álvaro. “Cosas de antaño: La Tutelar de Guanabacoa”. Revista El Fígaro. Año XXXI, núm. 34, 22 de agosto 1915, p. 449
- Chroniqueur. “Guanabacoa la bella”. Revista El Fígaro. Año XVIII, núm. 32, 24 de agosto 1902, p. 404
- “1.3 Extensión superficial, población y densidad de población por municipios, año 2023”. Anuario Estadístico de La Habana 2023. Edición 2024. Oficina Nacional de Estadística e Información. En línea: https://www.onei.gob.cu/sites/default/files/publicaciones/2025-01/aep-la-habana-2023.pdf Descargar PDF ↩︎
- Diego de Mazariegos embarcó en el verano de 1555 rumbo a Cuba, con tres esclavos a su servicio, y provisto, para su defensa personal, de malla, cuatro arcabuces, cuatro ballestas , tres espadas y algunas armas más. En la travesía naufragó el navío, ahogándose el Teniente letrado del Gobernador, licenciado Martínez, con sus familiares; pero escapando con vida Mazariegos, quien llegó a La Habana en 7 de marzo de 1556. (Recuento del gobierno de Diego de Mazariegos. Oficina del Historiador de la Habana.) ↩︎
- “La Habana. Término Municipal de Guanabacoa”. Cuba Descriptiva. Datos sobre municipios y barrios. Vol. 3, 1913 ↩︎
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