Mr. Hershey el Dueño del Poderoso Central Azucarero, Declara que Cuba es su Segunda Patria. El millonario demócrata, en mangas de camisa, atiende personalmente las labores de su ingenio. —Junto a una carreta habla cordialmente con La Discusión.
Se muestra profundamente agradecido al homenaje que le prepara la ciudad de Matanzas. — La magnífica escuela del Ingenio Rosario le ha costado 300 mil pesos —Una igual se levantará en Hershey. —Tendrá Matanzas una grande y moderna Estación ferroviaria.
Más que un Central azucarero el de Hershey, nos dá la sensación de una residencia veraniega hecha a capricho para las exigencias de un multimillonario…
Sería prolijo describir la belleza de aquel lugar, de sobra conocido por la mayoría de nuestros lectores, sin duda alguna, y a que por otra parte el tiempo y el espacio de que disponemos nos obliga a reducirnos a lo preciso.
—¡Mr. Hershey! fué la primera pregunta que dirigimos a Mr. Staple, Administrador General del Central.
—Venga conmigo, respondiónos el activo Administrador General, persona de confianza de Mr. Hershey.
Le seguimos. Fuimos cruzando los preciosos jardines del Central. Ya en el Ingenio subimos al quinto piso. Un ruido formidable producido por las maquinarias enormes que trabajan a toda su potencia se deja sentir desde muy lejos. Era el mismo sonido que percibimos en el tren minutos antes de hacer nuestra entrada en la Estación “Hershey”.
Un hombre de unos setenta años, de mediana estatura, en mangas de camisa, sombrero “cowboy” y pantalón kaki, recorría el local como un joven de veinte años tal vez no pueda igualarle. Era Mr. Milton Snavely Hershey.
Verdadero ejemplo de hombre de trabajo y demócrata. Hombre incansable, infatigable, es la abeja en su colmena, siente cariño por aquel lugar y todo el oro que posee no ha nublado su vista para sentirse mejor ni peor que los demás. No es el multimillonario Hershey, sino Mr. Hershey a secas, sencillo, con una sonrisa sui-géneris, y en el azul de sus ojos una mirada penetrante que descubre su templada voluntad, su energía de carácter y también su ternura y su complacencia. Es persona de pocas palabras.
La forma hiperbólica de que tanto gustan los amantes del bombo no existe en el léxico de Mr. Hershey. Muy difícil en extremo poder hacerle hablar. Da la impresión de quien prefiere no hablar ni pronunciar palabra alguna.
Mr. Staple hace las presentaciones. Y Mr. Hershey se sonríe estrechando mi mano con calor, al propio tiempo que me pregunta ¿La Discusión…?
—Exactamente. Mr. Hershey, La Discusión, que viene desde La Habana para llevarse algunas impresiones suyas en materia de actualidad.
Muy agradecido, aunque me temo que no quedará usted satisfecho. Son tan diversas mis ocupaciones que nunca tengo tiempo para una interview….. Y además ¿qué puedo yo decir?
—Hemos sabido que próximamente será usted declarado hijo adoptivo de la ciudad de Matanzas.
—Efectivamente, el día 20 de este mes, en aquel Ayuntamiento se me hará entrega del Diploma que así me acredita. Será ese día el más emocionante de mi vida… Cuba, es para mí, mi segunda Patria. La distinción que ha tenido el pueblo matancero para mí, no la olvidaré nunca.
—La que usted merece sobradamente y con la que nos enaltecemos todos los cubanos. —le respondimos.
Abordamos entonces al hombre altruista, al temperamento comprensivo del rico industrial moderno, que sabe compartir sus riquezas con la sociedad en que se fomenta, para llevar un poco de bienestar espiritual a las masas laboriosas que contribuyen al engrandecimiento de su industria. Le hablamos de la hermosa escuela que ha levantado en el Ingenio Rosario.
—Sí, es una escuela análoga a “Hershey Industrial School”, en mis terrenos de Hershey, Pa., está dedicada a la educación de niños huérfanos.
—En los terrenos de mi Ingenio “Rosario”, a un costo de unos trescientos mil pesos. Esta escuela, también para niños huérfanos, será dedicada a la enseñanza industrial y agrícola exclusivamente.
—Este pueblo de “Hershey” tiene vida por el Ingenio. Como ustedes saben ésto era un monte firme, terrenos yermos, abandonados. El Ingenio “Rosario” está en Aguacate, la escuela le dará más vida a aquel pueblo.
—Ya están terminados los planos. Es cuestión de detalles, sin importancia, para empezar las obras.
Algo sobre la zafra
—La zafra del año pasado fué de 127 mil sacos de trece arrobas. Este año viene mejor. Tendremos una zafra de 160 mil sacos.
—Es la séptima zafra. A medida que pasan los años trato de mejorar la producción e introducir alguna innovación.
La Estación de Matanzas
—Los obstáculos que impedían al Ferrocarril de Hershey tener su estación en la misma ciudad de Matanzas, han sido vencidos. Hemos adquirido terrenos a propósito para ello frente al Parque, y el Municipio matancero ha tenido toda clase de atenciones con la Compañía.
Yo espero que las obras se empiecen a realizar próximamente.
Una línea de Jibacoa a Santa Cruz
—Esta es una innovación. Una línea nueva que dará la vuelta al central Hershey, con esta ruta: de Jibacoa a Santa Cruz y de Santa Cruz a Hershey. Será la línea principal. Estas obras comenzarán después de terminada la zafra.
La prosperidad de Cuba
—Cuba, es próspera en todo. Tiene derecho a ser el país más rico del mundo en su proporción. No sólo en azúcares, porque no solamente azúcares constituyen su riqueza, por ser la principal, sino en muchas otras industrias. Su riqueza es conocida en el mundo entero y si fuéramos la mayoría, en Cuba, los que nos dedicásemos a las industrias y a la agricultura, este país sería poderoso y su importancia aumentaría en un cien por ciento.
—¿Cree usted que alcance un buen precio el azúcar?
—Eso es correlativo. El mercado sube y baja según la demanda. Si la producción es grande y el mercado tiene mucha existencia entonces, como es natural, la demanda será poca, el precio, pues, será bajo. Pero si la demanda es grande y las existencias son menores, entonces el precio será alto, de acuerdo con la demanda. Sin embargo, Cuba tiene una brillantísima perspectiva en esa industria, como ha sido siempre. Yo espero vivir todavía, varios años más para ver a esta tierra prodigiosa como en “la danza de los millones…”
Nos estrechamos las manos nuevamente, pronunciando los dos a un tiempo las consabidas frases de salutación. Good bye, le dije, mientras él sonriente me decía “adiós”…
Este “cambio de impresiones” con Mr. Hershey se realizaba en el batey junto a una carreta atestada de caña ceñida a dos yuntas de bueyes formidables…
Fué un “interview” verdaderamente democrático.
(N. d. E.) El central y pueblo de “Hershey” se nombra en la actualidad “Camilo Cienfuegos” y pertenece a la provincia de Mayabeque, municipalidad de Santa Cruz. El central Hershey se nacionalizó por expropiación forzosa con la Ley 890 publicada en Gaceta Oficial Extraordinaria de 15 de octubre 1960. El renombrado Central fue desmantelado en el año 2002 pudiéndose aún (2024) apreciar algunas de sus colosales estructuras, entre ellas sus chimeneas.
Bibliografía y notas
- “Mr. Hershey el Dueño del Poderoso Central Azucarero, Declara que Cuba es su Segunda Patria”. Diario La Discusión. Año XXXVI, núm. 135, 17 de mayo 1924, pp. 1, 7.
- Personalidades y negocios de la Habana
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