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Iglesia católica de Arroyo Naranjo y su nuevo edificio

31/07/2025 Por Almar Deja un comentario

Vista del nuevo edificio de la Iglesia católica de Arroyo Naranjo (Ca. 1913).
Vista del nuevo edificio de la Iglesia católica de Arroyo Naranjo (Ca. 1913).

La Iglesia católica de Arroyo Naranjo y la inauguración de su nuevo edificio en 1913. En Arroyo Naranjo. Un nuevo templo. Hacia Arroyo Naranjo. La llegada. La primera comunión. La historia de la Iglesia. Un gran discurso. El Padre Lago es felicitadísimo. Cómo es la nueva Iglesia. Su Junta de señoras y su Junta de caballeros.

Hacia Arroyo Naranjo

Las ruedas del automóvil chapotean en el fango, pisan el agua, apártanla con furia, abriéndola en abanico. Y el auto marcha, resonante y trémulo, venteando, huroneando, como hambriento de camino, de aire, de velocidad, e infúndenos sus locuras, sus bravuras y sus fiebres, y nos obliga a hostigarle, a adelantar la cara, a mirar lejos, a desear cortar como un cuchillo y entrar como una cuña en el espacio.

Los árboles nos excitan y hacen más enfermiza y penetrante esta ansiedad de correr; a veces, parecen brazos, retortijados en brutal martirio para llamar mejor al automóvil; y se quedan detrás, en dos hileras como una inacabable procesión, y se enhilan por delante en una runfla de troncos acribillados a estrías, que se agachan a lo lejos en las sinuosidades del camino.

Ya pasó el Sanatorio “La Esperanza”; y después, Arroyo Apolo; y llegó Arroyo Naranjo, donde la religión alzó este templo que era una necesidad.

La llegada

Acuden los automóviles y amontónanse los coches. Don Eliseo Giberga se aproxima a un auto negro, besa el anillo del señor Obispo, saluda al P. Menéndez, párroco de Jesús del Monte, saluda al P. Roldán, dominico del
Vedado, habla con el P. Gáldez y con el P. Cearreta, ambos sochantres1 de la Catedral…

La Iglesia se llenó, se desbordó. Acudieron a oír su primer misa numerosas familias de la Habana; hay muchas damas notables por la religiosidad y la significación; todas las que pusieron en la obra el entusiasmo y óbolo, se han reunido a celebrar su triunfo, y a escuchar por vez primera la palabra en su recinto.

Y entre las damas, hay niñas: veinte niñas; treinta niñas… Todas las del colegio municipal de Arroyo Naranjo que no han comulgado aún y que van a celebrar la inauguración de su iglesia recibiendo el pan de Dios por la primera vez.

Y luego, los caballeros. El alcalde municipal, señor Freyre de Andrade; el señor Eliseo Giberga; el señor García Montes… —Y se cambian más saludos entre ellos y el P. Lago, que predicará en la fiesta, el párroco P. Ríos, el capellán del señor Obispo, P. Rodríguez.

Fuera, toca la banda municipal. Dentro, el señor Obispo recorre la Iglesia y la bendice. D. Eliseo Giberga es el padrino y su esposa la madrina.

La primera comunión

Alumnas del Colegio municipal asistiendo a la inauguración del nuevo edificio de la Iglesia católica de Arroyo Naranjo.
Alumnas del Colegio municipal asistiendo a la inauguración del nuevo edificio de la Iglesia católica de Arroyo Naranjo.

Y después, dice el Obispo la misa de comunión, y las treinta hermosas niñas del Colegio municipal de Arroyo Naranjo, blancas de traje, blancas de velo, blancas de rosas y más blancas de alma, se arrodillan delante del altar, y reciben a Dios por vez primera.

Y luego, salen con su maestra. Leonor Sánchez y con la señora América Real, y van a casa de la señora América García a tomar el desayuno.

La misa de comunión ha terminado: va a comenzar la solemne.

La historia de la Iglesia de Arroyo Naranjo

Pero en tanto, averiguamos que el pueblo de Arroyo Naranjo hacía años que se hallaba sin iglesia. La que tenía hubo que arruinarla.

Una piadosa señora —Irene F. Aguirre de Fernández— había recogido las imágenes: la de San Antonio, patrón de Arroyo Naranjo y la de la Caridad del Cobre, patrona de la República. Pero tuvo que irse del lugar, y se las encomendó como un tesoro al señor Emilio González Aruca, que las guardó en su poder durante catorce años.

Un día se presentó al señor Aruca la señorita Victoria García Quijano, y le dió una noticia consoladora:

— Me han dicho que el señor Ricardo Ponce ha prometido regalar un terreno para el día en que se quiera construir la Iglesia de Arroyo Naranjo.

Escribióse al señor Ponce, y contestó que era cierta la promesa. Inmediatamente, se reunieron varias personas entusiastas en la casa de Prado del señor Giberga y se acordó constituir dos Juntas: una Junta de señoras y otra Junta de Patronos.

Se trabajó reciamente; hízose una suscripción a la que contribuyeron todos los vecinos de Arroyo Naranjo y algunas personalidades de la Habana; se consiguió un gran número de materiales regalados, y con el amor de todos y la caridad de muchos, el maestro de obras señor Emilio Rodríguez principió hace seis meses la construcción de la obra que fué inaugurada ayer.

Comenzó la Misa solemne, a la que asistieron el señor Obispo y todos sus acompañantes. La dijo el P. Menéndez, párroco queridísimo de la Iglesia de Jesús del Monte. Oficiaron como diácono y subdiácono el P. Ríos, párroco de Calabazar, adonde Arroyo Naranjo corresponde, y el párroco de Santiago de las Vegas.

Cantó la misa un buen coro: figuraban en él los dos sochantres y el P. Antonio Roldán.

Un gran discurso. El Padre Lago es felicitadísimo

Autoridades eclesiásticas y asistentes a la inauguración del edificio de la Iglesia católica de Arroyo Naranjo (Ca. 1913).
Autoridades eclesiásticas y asistentes a la inauguración del edificio de la Iglesia católica de Arroyo Naranjo (Ca. 1913).

Después de la comunión subió el P. Lago al púlpito. Y pronunció un discurso conceptuoso, lleno de sabia doctrina, mostró una vez más la amplísima cultura del orador, ya probada tantas veces.

Afirmó que el universo era un magnifico templo, donde todo cantaba al Creador a quien debía las magnificencias. Pero eso no les bastó ni al Creador ni a la criatura: y los hombres elevaron templos suyos como homenaje a la divinidad.

Esto demuestra la historia: esto ha sucedido siempre. Y es que el hombre es religioso porque es hombre, y es que la gratitud y la conciencia le hacen volverse hacia Dios.

Y en vano el ateísmo se rebela, y en vano busca las causas de este reconocimiento y de estas adoraciones, unas veces en el sentimiento, otras en la fantasía, otras en el pensamiento, otras en voluntad… En vano descubre fórmulas que mantiene por plazos siempre cortos, porque él mismo se encarga de combatirlas, de rebatirlas y de desecharlas.

Y el orador despliega el cuadro inmenso de la historia de la humanidad: el hombre siempre está en él arrodillado; el hombre nunca es más grande ni se conceptúa más grande que cuando está de rodillas. Y también resulta inútil que la incredulidad presente pueblos donde es desconocida la idea de Dios; también rectifica luego; los estudia luego con más conocimiento y con más calma y acaba por confesar sus equivocaciones.

Hoy, se puede repetir la afirmación de que se encuentran pueblos sin monedas y sin leyes, sin gimnasios y teatros, sin gran número de cosas, pero sin la idea de Dios no se encontrará ninguno.

Y así siguió la oración, llena, sustanciosa, justa, cantando las grandezas de la fe, los trabajos de la Iglesia, la labor del cristianismo frente a las degradaciones en que hundió la sociedad antes ele que Jesús la redimiera y el cristianismo la civilizara, al niño, al prisionero, al esclavo, a la mujer… Y en la renovación de los principios que acabaron con esta sociedad, está la cura de los males de hoy.

El P. Lago recibió numerosas felicitaciones. Y así acabó la fiesta religiosa que ha abierto a Arroyo Naranjo las puertas de un nuevo templo.

Cómo es la nueva Iglesia

El templo es blanco, —y sencillo— artístico y elegante. Es como una miniatura; parece una evocación de las purezas más suaves: tiene un poco de niña y de paloma.

Y sobre su blancura, hay rejas negras y vidrieras de color; en unas, el cristal es azulado, con vetas de nube blanca; en otras, el cristal está hecho a trozos, y semeja mosaicos transparentes; guarda una fusión de tonos;
se compone de un mundo de matices.

Quiebra la luz en notas y en partículas, y la hace fuego, y nube, y mar, y noche, y arroja en la claridad de esta iglesia tan moderna como un chorro del misterio —del poético misterio— de las antiguas catedrales góticas donde cada ventanal era como un florón maravilloso en que se deshacía el arcoíris.

Y en esta Iglesia no hay sombras; no puede recogerse la penumbra. Toda su blancura avanza sobre todas sus
paredes para recoger la luz y para hacer más visibles las volutas del incienso: y coge la voz del órgano, y la
obliga a rodar por todas partes y a rezumar por todas las esquinas como una filtración de agua de lluvia.

Aquí el espíritu se abre: no se ensimisma; revuela.

Su Junta de señoras y su Junta de caballeros

Componen la Junta de señoras:

Presidenta de honor: América Arias de Gómez; Presidenta: María del Calvo de Giberga; Vicepresidenta: Dolores Roldán viuda de Domínguez; Tesorera: Teresa Hernández de García Montes.

Vocales: Isabel Terry de Varona, Agueda Capul de Bango, Corina García Montes de Aballí, Elvira Prieto de Martínez, Blanca García Montes de Terry, Catalina Sánchez de Monteros, Rosa B. de Núñez, María Teresa
García Montes de Giberga, Esperanza Núñez de Martínez.

Clara Aguilera viuda de Giral, Dolores Rodríguez viuda de Tíó, Dulce María P. Ricart de Sánchez Fuentes, Amelia R. de Domínguez, Josefa Donoso de Rodriguez Acosta, Luisa Donoso de Martínez, Señora de Aruca, señorita Victoria G. Quijano y señoritas Cuervo.

Formóse además una Junta de vecinos, propietarios e industriales del barrio de Arroyo Naranjo, de la que han sido Presidente el señor Eliseo Giberga y Vicepresidentes los señores Manuel Bango y León y José M. García Montes, y Secretario el joven letrado Oscar García Montes y Hernández, y la cual tuvo a su cargo, en constante
comunicación y acuerdo con el señor Obispo, la dirección de la obra.

En estos trabajos tomaron parte principal, juntos con los anteriores, los señores Manuel F. Cuervo, Fernando Varona, Florentino Díaz Smith, Emilio Aruca, Alfredo Tirado, Ramón Pérez, Sabáter González, Rafael Vega y Dr. Monteros.

Bibliografía y notas

  1. Sochantre: m. Director del coro en los oficios divinos. Diccionario de la lengua española R.A.E. ↩︎
  • “En Arroyo Naranjo. Un nuevo templo”. Diario de la Marina. Año LXXIV, núm. 146, junio 1913, p.8
  • Personalidades y negocios de la Habana

Publicado en: Habana Etiquetado como: Arroyo Naranjo, Habana: Instituciones y Negocios, Habana: Personalidades

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