Julbe y las máquinas de lavar. Pudiera parecer, a quien analice superficialmente el problema, que el lavado de la ropa al uso es una cuestión baladí o fácilmente resuelta como problema doméstico. Pero, en realidad, ninguno afecta tanto y tan de cerca y tan variamente al bienestar del hogar como éste de que ahora nos hemos de ocupar.
El problema de la ropa no queda hoy resuelto, como antaño, con enviarla a una lavandera “que la trate bien”. Hoy es suficientemente conocido el cúmulo de riesgos que amenazan nuestra salud, precisamente por un posible contagio adquirido en los sitios donde nuestra ropa se lava con otras.
Esto quiere decir que para toda señora de su casa y para todo, jefe de familia, el aspecto higiénico le manda sin réplica lo mismo que el contemporizador de los adagios: “la ropa sucia se lava en casa”.
Pero ese aspecto es uno y no el único. Queda el económico: la ropa, especialmente la blanca, lavada como en la antigüedad, dura poco y cada vez menos, por causas que todos conocemos.
Y sobre el aspecto económico, el del tiempo, que suele ser desesperación de madres y esposas cuando las lluvias alejan a Febo del horizonte. Sin omitir el más humano de aspectos, que es el de la pobre lavandera, cuya ruda labor bien merece que se aminore su agotante trabajo.
A todos esos aspectos se atendió para construir y perfeccionar la máquina eléctrica de lavar “Modern Home Washer” que nos sirve de tema para presentar una invención tan útil como benéfica y tan estimable como necesaria.
Y al realizar la creación de los tipos que hoy logran la preferencia en el mercado de los fabricados por la “The Home Devices Corporation” fué preciso salvar la enorme competencia que ofrecían los 1140 modelos fabricados por 114 diferentes Compañías que, en este orden de producciones, representan simplemente generosos esfuerzos, bien orientados sin duda, pero desprovistos de los requisitos de la “Modern Home Washer” para ser, por derecho de sus méritos, la triunfadora universal.
El actual propietario de la Compañía que fabrica esta famosa máquina es el señor V. M. Julbe, sobradamente conocido en nuestros principales círculos por la ascendencia social que logró su caballeroso padre durante los 35 años que representó en Cuba a la poderosa Compañía de Seguros norteamericana “La Equitativa” y es a quien debemos la referencia del origen de esta lavadora incomparable.
Fué el siguiente:
Al principio del año 1912, un hojalatero americano se despedía de su esposa, para ir a trabajar, un lunes por la mañana, cuando le suplicó que pensara en algo que le ayudara a lavar la ropa de la familia.
El resultado de esta súplica fué el origen del “Modern Home Washer”, o sea la “Lavadora Moderna para el Hogar”, que ajusta dondequiera.
El “Modern Home Washer”, se empezó a fabricar y a perfeccionar en unos altos viejos, en el número 54 Myrtle Avenue, Brooklyn, N. Y.
Cuando la Guerra Europea empezó, el “Modern Home Washer”, estaba pasando por ese periodo difícil y escabroso, que toda nueva invención y nueva empresa tienen, por necesidad, que pasar antes de perfeccionarse y llegar a llamar la atención primero, del pequeño grupo de personas que por sus conocimientos, experiencia o espíritu progresista, simpatizan o se inclinan favorablemente al nuevo invento o negocio de la empresa naciente…
Y después llegar también a interesar al público en general, impresionado tanto por las ventajas que ofrece el nuevo invento, como por la propaganda y recomendación que del mismo hacen aquellos o sean los expertos.
En Mayo 5 de 1913 fueron emitidas, primeramente 500 acciones de esta empresa para facilitar el perfeccionamiento y desarrollo de la referida máquina.
En Febrero 11 de 1914, se emitieron 1.200 acciones, con el mismo objeto, y cuando la Guerra Europea estalló a principios de Agosto, 1914, y en octubre del mismo año otras 1.000 acciones más, para facilitar el dinero que se necesitaba para ampliar y trasladar la fábrica del “Modern Home Washer” al edificio número 5 del famoso y gran Bush Terminal, número 33 35th Street, Brooklyn, New York, el día primero de noviembre 1914.
No siendo satisfactorio el progreso que se hacía, ni la manera como se administraba el Home del “Modern Home Washer”, fue del todo preciso, en Febrero 1 de 1915, poner allí al frente de la Institución e industria a persona extraña y desconocedora del asunto cuando solo se había creído que precisaba auxilio por un período relativamente corto, hasta que la industria se pudiera sostener sola.
Se principió por mandar inmediatamente el “Modern Home Washer”, a la gran Exposición Internacional Panamá-Pacific, en San Francisco, California, donde persona competente fué designada para explicar las grandes e inmensas ventajas del Modern Home Washer, con tanto éxito que premiaron la máquina: el público y el Jurado la pronunciaron “sin rival”.
Después de un mes regresaron New York los expositores, más seguros ya del éxito universal que le esperaba al “Modern Home Washer”.
Desde entonces ha trabajado sin descanso, mejorando la maquinita todo lo más posible, y exhibiéndola en todas las exposiciones eléctricas, en la ciudad de New York, alcanzando cada vez mayores éxitos, hasta que por fin fué bien preciso abrir una Oficina y Salón de Exhibición permanente en el número 11 East 42nd. Street, New York City, bajo la hábil dirección del señor Arnold Mollenhaner.
Tan halagüeños éxitos iniciales se explican suficientemente al conocer esta máquina.
Efectivamente, ¿por qué lavar la ropa del modo que se lavaba en los siglos pasados? ¿Por qué restregar y fatigarse sobre la lavadera, tarea que da dolores de espalda, destruye la salud, que fatiga, excita e irrita a la mujer? Por qué poner sus manos rojas y lastimadas en las jabonaduras calientes vaporizantes y restregar, restregar, restregar la ropa hasta que se ha raído después de unas cuantas lavadas?
Hoy debe desecharse el método rudo de lavar y desechar el costoso tren de lavado que pudre y deteriora la ropa y la lava con fuertes ácidos en la misma agua que lava la ropa de otras personas. Desechar la lavandera que cuesta de $1.50 hasta $2.00 diarios y sus comidas y las pesadas, voluminosas y costosas máquinas de lavar que son demasiado grandes para cocinas pequeñas y que están estorbando toda la semana.
Puede lavarse la ropa sin ningún trabajo penoso en la “Lavadora Moderna para el Hogar” que ajusta en cualquier lavadero fijo u ordinario y que se guarda en el mismo lavadero sin que estorbe cuando no está en uso.
Una de las excelencias de esta máquina está en su sorprendente adaptabilidad; de hecho es igual a su fácil manejo, por lo que siempre es preferible.
La “Lavadora Moderna para el Hogar” es la única máquina para lavar práctica que puede ser usada en cualquier lavadero fijo, el lavadero más conveniente, sanitario y de fácil manejo hasta el presente ideado para lavar. El tambor de metal inoxidable perforado de la máquina está suspendido en el lavadero en soportes.
Se introduce la ropa sucia en el tambor y se agrega solución de jabón o polvos de lavar, se cierra la tapa y se permite la entrada de agua hirviendo hasta casi cubrir la ropa.
Empiécese a mover el manubrio de la máquina unas cuantas vueltas en una dirección y después a la inversa. En diez minutos la ropa está lavada, más limpia y mejor que con el método de lavandera o que con cualquier otra máquina lavadora. Nadie tiene que restregar o introducir sus manos en el agua jabonosa caliente.
Toda la suciedad rápidamente se ablanda y sale de la ropa a medida que el agua se agita a través y sobre cualquier parte de las mismas. Las partículas arenosas son expelidas del tambor a través de las perforaciones y caen hacia el fondo de la lavadora.
Este método moderno de lavar abre todos los poros de la ropa y desprende fácilmente la suciedad. El método de la lavadera cierra los poros y fuerza la suciedad hacia adentro. La arenilla es retenida en la batea entre la ropa y la muele y la deteriora. La ropa lavada en la “Lavadora Moderna para el Hogar” dura seis (6) veces más que la que se lava con lavadera.
Cuando ha terminado el lavado se deja salir el agua sucia y se vuelve a depositar en ella agua limpia. Entonces con vueltas al manubrio de la máquina, durante dos minutos, estará completamente enjuagada.
Se abre el tambor, extrayendo las piezas una a una, y pasadas a través del exprimidor hacia el agua de añil en el recipiente inmediato. Si el lavado es demasiado, se vuelve a llenar el tambor con ropa sucia y repítese la operación del lavado.
¿No es ese un método fácil? No hay un método que sea tan sencillo. La “Lavadora Moderna para el Hogar” reúne, combinándolas, las ventajas que ofrecen las máquinas para lavar ropa, de las clases de succión, vacío, oscilación y rotación del tipo de tambor. Es una máquina que ha revolucionado el lavado y ha borrado el “Lunes Azul” del “Calendario doméstico”.
Estas insuperables excelencias de la máquina sin rival han sido ratificadas y oficialmente sancionadas al merecer la aprobación de los Institutos “Good House Hogar” obtuvo una Medalla en la Gran Exposición Panamá-Pacífico.
Ha sido ensayada y se le ha otorgado la Estrella de Mérito por la Good Housekeeping Instituto. Obtuvo el más alto premio en las pruebas efectuadas por la Tribune Institute de la Ciudad de New York. Es el utensilio doméstico que más simplifica el trabajo de los que se han puesto en el mercado en los últimos veinte años.
En cuanto a su aplicación general, en un hogar, es completa pues, sin riesgo alguno, pueden lavarse los más delicados encajes y ropa blanca en esta máquina sin ningún peligro. Se pueden lavar frazadas pesadas y pequeños tapetes. Se pagará a sí misma diez veces cada año, en tiempo, labor y duración de la ropa, así como por la gran economía que hace de jabón. Ahorrará de un modo sorprendente, evitando el costo del tren de lavado y la lavandera.
De ninguna otra puede decirse con justicia, como de la “Lavadora Moderna para el Hogar” que es muy sencilla y perfectamente construida y no tiene partes complicadas que pueden entorpecerse.
Es completamente de metal, fuertemente galvanizado e inoxidable. Garantizase la máquina durante cinco (5) años de uso constante.
La condición de máquina portátil, la hace aun más estimable, pues donde no haya lavaderos fijos, puede usarse cualquier lavadero corriente o puede proveerse la máquina con un lavadero especial de metal que ocupa poco espacio y fácil para vaciar. No tiene llave o grifo que pueda obstruirse con hilazas e hilos y proporcionar molestias.
El aspecto económico no se ha olvidado por la “The Homes Devices Corporation” al construir este aparato, pues la “Lavadora Moderna para el Hogar” tiene un precio muy reducido y rápidamente se paga a sí misma. Ajusta en cualquier lugar y funciona espléndidamente.
Un utensilio complementario de este equipo es la marmita que la misma fábrica suministra.
Si se desea hervir la ropa puede lavarse mientras están hirviendo en el fogón usando una máquina “Marmita Moderna para el Hogar”. Un tipo más pequeño de esta máquina, Marmita “Baby”, es inmejorable para lavar piezas pequeñas y ropa de niños.
La “Lavadora Moderna para el Hogar” que “ajusta en cualquier lavadero”, que se guarda en el mismo lavadero y que no estorba cuando no está en uso, se construye en diferentes modelos, a saber:
- Máquina eléctrica completa para uso en lavaderos fijos.
- Máquina eléctrica completa en lavadero portátil fijo, para uso donde no haya lavaderos fijos
- Máquina eléctrica completa en lavadero portátil de volteo, para uso donde no haya lavaderos fijos
- Máquina completa movida por correa, para uso en lavaderos fijos
- Máquina completa movida por correa en lavadero portátil fijo, para uso donde no haya lavaderos fijos.
- Máquina completa movida por correa en lavadero portátil de volteo, para uso donde no haya lavaderos fijos
- Máquina movida a mano para uso en lavaderos fijos o corrientes
- Máquina movida a mano en lavadero portátil fijo, para uso donde no haya lavaderos fijos
- Máquina movida a mano en lavadero portátil de volteo, para uso donde no haya lavaderos fijos.
- Máquina movida a mano en lavadero redondo, galvanizado
- Máquina movida a mano en marmita especial para hervir y lavar la ropa al mismo tiempo, sobre la estufa o fogón
- Maquinita movida a mano en Marmita “Baby” especial para hervir y lavar la ropa y pañales de los niños o piezas pequeñas, sobre un reverbero.
La Oficina y exposición de estas máquinas está en la calle Este, número 42, New York, (The “Home Devices Corporation”, número 11 East 42nd. St., New York,) y la fábrica: Bush Terminal, Building núm. 5, núm. 33-35th. St., Brooklyn, N. Y.
No debemos terminar esta información sin hacer públicamente una importante salvedad, por ser de justicia y totalmente oportuna en estas páginas.
¿Por qué, dirá alguien, figuran estas máquinas entre la producción cubana?
Esa es la salvedad que creemos obligada.
La Empresa de las máquinas “Modern Home Washer” debe ser tenida como industria nacional, no solo por ser cubano —y dignísimo— su dueño, y por ser mantenida con dinero cubano, sino porque está iniciada e inspirada para extenderla muy pronto a Cuba, para dotar a toda la República de tan útiles adelantos.
¿Merece o no descollar la obra, del señor Julbe entre las más honrosas de la Industria Nacional?
Evidentemente, sí.
¿Qué menor lauro otorgar al quien se ha impuesto, con insólita devoción, los trabajos y desvelos que el señor Julbe para propulsar y dar vida a esta industria, no ya nacional, sino universal?
Muy admirativamente y con pleno convencimiento de que lo merece, tributamos nuestro sincero aplauso al señor Julbe. Como lo merece de todo el mundo.
Cumplidamente, en verdad.
Vicente María Julbe Molina era ciudadano de los Estados Unidos de Norteamérica y en 1926 propietario residente en la calle Cuarteles núm. 42, Habana.1
Bibliografía y notas
- Diario de La Marina. Año XCIV, núm. 94, 4 de abril 1926, p. 3 ↩︎
De interés: Personalidades y negocios de la Habana
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