
La Asociación de Comerciantes e Industriales de la Avenida de Italia (Galiano). A fines de la década de 1920 el comercio cubano se modernizaba y cada día daba un nuevo paso de avance dentro de la aplicación práctica al medio criollo de las grandes orientaciones modernas del comercio universal.
Miembros de la Asociación de Comerciantes e Industriales de la Avenida de Italia (Galiano) en 1929
Presidente: señor Armando Menéndez, Gerente de “El Deseo”, Ave de Italia 33-A; Tesorero: Sr. Aurelio Peón, Gerente de “El Encanto”; Vice Tesorero: Sr. Dr. Antonio Suárez, Gerente de la Droguería “Piñar”; Secretario: Sr. A. Colomer.
Vocales: Sr. Luis Valdés. Socio Gerente del “Hotel León”, Ave de Italia 22; Sr. Basilio F. Solís, Propietario de la Camisería “Lincoln”, Ave. de Italia 26; Sr. Julián Santa Cruz, Propietario de la Mueblería en el núm. 95; Sr. Alfredo Lay, Dueño de “El Crisantemo”, Ave. de Italia 122; Sr. Bernardo Blanco, Socio Gerente de la Ferretería Ave. de Italia 101.
Nicanor Rivas, Dueño de la Camisería “La Ideal”; Sr, José N. Corral, Socio Gerente de la casa “Montalvo Corral”, Ave. de Italia 105; Sr. Teodoro Torres, Representante de la casa “Ros y Novoa”; Sr. Manuel González Tamargo, Gerente del “Imperial”, sucursal de “La Borla”.
En Cuba, como en casi todos los países americanos de habla española, la solidaridad comercial era completamente desconocida y bastaba que existiesen dos comerciantes en un mismo ramo, situados en una misma calle para que se considerasen el uno al otro como dos competidores peligrosos.
De ahí que cada uno de ellos, en lugar de preocuparse de mejorar su establecimiento y de acreditar su comercio por la buena calidad de sus artículos, la bondad de sus precios y la atención de su dependencia hacia el público, lo que hacían era tratar de desacreditar los artículos que vendía su competidor, sin pensar que al hacerlo así lesionaba su propio negocio.

En 1929, por el contrario, los comerciantes cubanos presentaban un solo frente para corresponder al favor del público; y unificaban sus esfuerzos en un acertado propósito de volver cada día más atrayentes y sugestivas nuestras calles comerciales, lejos de destrozarse unos a otros, procuraban el progreso colectivo, dentro de un ambiente de cordial desinterés profesional, que habla muy alto de quienes lo cultivaron.
Entre estas agrupaciones de comerciantes, una de las más jóvenes por su existencia en aquella época y constituida en 25 de abril de 1928, fue la de Comerciantes e Industriales de la Avenida de Italia (Galiano), de las que más hicieron sentir su beneficiosa acción.
Este proceder redundó no sólo en provecho de sus asociados, sino también en “confort” para el público y en una alta nota de embellecimiento urbano para la ciudad, cuya actividad y firmeza de propósito, le valió calurosos elogios de las autoridades y del pueblo cubano.
Para que los lectores del Diario puedan apreciar la importancia de la labor que se ha propuesto desarrollar la Asociación a la que tenemos el honor de dedicar esta plana, damos a conocer a continuación su programa, en toda la amplitud del mismo.
Programa a desarrollar por la “Asociación de Comerciantes e Industriales de la Avenida de Italia”.
- Establecer entre sus asociados corrientes de acercamiento, de compenetración e inteligencia, como factores indispensables para el mejor éxito y más fácil desenvolvimiento de los fines que determinaron la creación de esta sociedad.
- Defender y proteger los intereses de sus asociados ante todas las entidades, corporaciones y empresas públicas y privadas y ante todas las autoridades y funcionarios del Gobierno, velando por la exacta aplicación de las Leyes y Reglamentos de la República y por el preciso e inteligente cumplimiento de las obligaciones y deberes de cada uno.
- Promover y estimular cuantas iniciativas tiendan, bien cooperando con el Gobierno, bien procediendo como entidad, por medio de concesiones, embellecimiento, propaganda, etc., a la más efectiva atracción del Turismo, por considerarlo de un valor productivo de suma importancia para el comercio en general.
- Promover sistemas de ventas especiales por los comerciantes de la calle, ya sea por medio de descuentos directos al público o regalos y establecer días para tales ventas.
- Reorganizar un Departamento de Publicidad, con el fin de recabar descuentos por los anuncios en beneficio de los señores asociados, siempre que dichos anuncios sean enviados a los periódicos por conducto de la Asociación.
- Estudiar toda clase de mejora urbana para la calle y laborar cerca de la Secretaría de Obras Públicas para que sean derribadas las casas que entre San Lázaro y Malecón obstruyen la natural salida y entrada de esta avenida por este último paseo citado.
- Gestionar con la Havana Electric la variación del recorrido de los tranvías en la calle, y si es posible que se establezca la doble vía, facilitando así el que todas las líneas la atraviesen en toda su longitud. (La doble vía no fué posible en otro tiempo debido a la dificultad que ofrecía una casa que recientemente fué derribada por Obras Públicas).
- Servir de árbitro en todas las cuestiones que se susciten o promuevan entre sus asociados, siempre que dicha mediación se interese por escrito a la Junta Directiva.
- Establecer en las oficinas de la Asociación, un Bureau de Información y servicio general que entre otras cosas, se hará cargo de avisar las fechas de pago de toda clase de contribuciones e impuestos, evacuar consultas gratuitas por escrito o de palabra sobre materia legal; establecer recursos contra multas, gestionar Licencias y Marcas y Patentes, no cobrando a los asociados más que los gastos que originen, y prestar, en una palabra, una cooperación entusiasta a sus miembros para resolverles cuantas dificultades puedan oponerse al más amplio y libre desenvolvimiento de sus negocios.
En verdad, no puede pedirse nada más completo ni mejor inspirado que el programa anterior, cuya completa realización práctica llevó a la “Asociación de Comerciantes e Industriales de la Avenida de Italia” a la cabeza de todas las agrupaciones similares que existían en la Habana.
Dignos de felicitar son aquellos que trabajaron por el progreso y avance del comercio en Cuba y en especial esa prestigiosa Asociación, por los éxitos que representó el programa que dejamos transcrito y por las fecundas iniciativas que tomaron, en beneficio del mejoramiento colectivo y del ornato y embellecimiento de la Avenida de Italia, antes Galiano.

Ha quedado constituida una Asociación de Comerciantes e Industriales de la Avenida de Italia.1
Preeminentes personalidades de aquella floreciente y rica arteria capitalina asistieron a la sesión de constitución de la colectividad formada con fines de cooperativismo.
Los comerciantes e industriales de la calzada de Galiano, hoy Avenida de Italia, han constituido una asociación con el plausible propósito del beneficio colectivo y la atención constante a los Intereses de esa arteria importantísima de la ciudad en que están enclavados muchos y muy populares establecimientos dedicados a diversos giros.
LA JUNTA DEL MIERCOLES
El miércoles de la presente semana (25 de abril de 1928) los comerciantes e Industriales de la referida avenida celebraron una cordial y entusiasta asamblea en el “salón verde” de El Encanto con objeto de llevar a feliz termino la idea de asociarse, como así se hizo, en un organismo, cuyo programa queda enunciado en las anteriores líneas.
Después de los consiguientes debates, todos animados por el espíritu cooperativista de los que en ellos tomaron parte, se acordó:
- Constituir una sociedad de comerciantes e industriales que se titulará: Asociación de Comerciantes e Industriales de la Avenida de Italia.
- Fijar la cuota de dos pesos, mensualmente por cada casa asociada.
- Designar una junta directiva, con carácter provisional en esta forma: —Presidente: Basilio Fernández Solís;Vice Presidente: Luis Valdés; Tesorero: Aurelio Peon González; Secretario: Ramiro Fernández Martínez.
- La junta tiene a su cargo la redacción del Reglamento que ha de ser presentado al Gobierno Provincial.
LA CONCURRENCIA
Entre las personas que asistieron a la referida junta recordamos a las siguientes:
Aurelio Peón González, en representación de Solís, Entrialgo y Cía, Carlos Huerta, por Saavedra y Blanco; Marino García, por El Palacio de las Corbatas; Teodoro Torres, por Ross y Novoa; Juan Andrés Richardson, por Hotel Lincoln; Ángel Oliveros, por Viuda de Rodríguez; Emilio Fernández, por E. Fernández y Hermanos; Cándido Bolado, por Cándido Bolado; Antonio Escalante, por A. Pardo.
Armando Menéndez, Pevida y Menéndez; Nicanor Ribas, La Ideal; José Díaz, por Díaz y Fernández; Ramón Valle, por Valle y Hermano; Enrique Gallardo, por Casa Ribis; Lorenzo Zayas, por Westinghouse; Calixto Melgosa, por Gómez y Hermano; Rafael Tarapiella, por Galiano 128: Jesús E. Portela, por Galiano 31; Julio Pastor, por Emilio Rodríguez S. en C; Francisco Plá, por Francisco Plá y Cía.; Emilio Otaolaurruchi, por Otaolaurruchi y Hermano.
Ramón Amor, por La Flor Cubana; Francisco Díez, por El Siglo XX; Isidro García, por Los Rayos X; Francisco González, por A. M. González y Cía.; Luis Valdés, por Valdés e Iravedra; José López, por La Ciudad de Londres; Celestino García, por Sombrerería Montezuma.

Bibliografía y notas
- “Ha quedado constituida una Asociación de Comerciantes e Industriales de la Avenida de Italia”. Diario de la Marina. Año XCVI, núm. 118, 27 de abril de 1928, p. 7 ↩︎
- Diario de la Marina, 1929
- Personalidades y negocios de la Habana
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