La Fuga de la Tórtola un poema de José Jacinto Milanés
¡Tórtola mía! Sin estar presa
Hecha a mi cama y hecha a mi mesa,
A un beso ahora y otro después,
¿Por qué te has ido? ¿Qué fuga es ésa,
Cimarronzuela de rojos pies?
¿Ver hojas verdes sólo te incita?
¿El fresco arroyo tu pico invita?
¿Te llama el aire que susurró?
¡Ay de mi tórtola, mi tortolita,
Que al monte ha ido y allá quedó!
Oye mi ruego, que el miedo exhala.
¿De qué te sirve batir el ala,
Si te amenazan con muerte igual
La astuta liga, la ardiente bala,
Y el cauto jubo del manigual?
Pero ¡ay! tu fuga ya me acredita
Que ansías ser libre, pasión bendita
Que aunque la lloro la apruebo yo
¡Ay de mi tórtola, mi tortolita,
Que al monte ha ido y allá quedó!
Si ya no vuelves, ¿a quién confío
Mi amor oculto, mi desvarío,
Mis ilusiones que vierten miel,
Cuando me quede mirando al río,
Y a la alta luna que brilla en él?
Inconsolable, triste y marchita,
Me iré muriendo, pues en mi cuita
Mi confidenta me abandonó.
¡Ay de mi tórtola, mi tortolita
Que al monte ha ido y allá quedó!
Anita dice
Adoro esos versos de José Jacinto Milanés.
Los que desde pequeña, mi madre me recitaba cada mañana y aún me los dice.
Esos versos encierran en sus acordes, la misma tonalidad con que escuchamos el canto de la tórtola… su canto se queda en mi pecho