Habana: Personalidades

La Comercial fue una compañía que se fundó en el año de 1919 para cubrir toda clase de seguros y aunque su especialidad era el seguro contra incendio se cubrían igualmente seguros contra riesgos marítimos y de transportes, de accidentes personales y contra rotura de cristales.

El Palacio de la Leche de J. Ortega y Hermano fue fundado en el año de 1900 con un capital de cien mil pesos. El edificio en que estaba instalado era propiedad de la sociedad y ocupaba una superficie de 1200 metros cuadrados, siendo de dos plantas, de las cuales la planta baja, se destinaba al desarrollo del negocio y estaba dividida en departamentos para el trasiego de leche, fabricación de helados, planta de refrigeración, café, venta de leche y helados al detalle, garage, taller de mecánica para el arreglo de sus camiones y oficinas.

Abogado y Notario de grandes prestigios, el Licenciado Gabriel López Miguenes, tuvo merecido renombre en el foro habanero y fama bien ganada de honradez, laboriosidad y competencia como Notario.

Hizo brillantes ejercicios de grado para obtener su título de Abogado y fué el tema que le tocó en suerte, el de los “Distintos sistemas doctorales”. Se recibió en la Universidad Nacional.

Fue La Moda una gran casa de muebles y objetos de arte que en la esquina formada por las calles de Galiano y Neptuno brillaba cual una refulgente sarta de gemas de Chaud. Ocupaba en la Habana lugar prominente entre los establecimientos de su giro.

Vicente Blanco Estera casi puede decirse que fue uno de los iniciadores del negocio cinematográfico en Cuba, porque a él se debe el primer espectáculo de cine que se instaló al aire libre en el por ello histórico número cuatro de la calle de Infanta. Tal fué el punto de partida de su brillante carrera en este campo tan interesante y fecundo del Arte mudo, al que dedicó desde entonces sus actividades, dejando en segundo término su anterior condición de empresario teatral, aunque sin abandonarlo por completo.

Una de las casas más acreditadas de la Habana en el ramo de la importación de calzado lo fue la Gutiérrez García y Compañía anteriormente Fradera y Compañía. El negocio de la importación de calzado llegó a adquirir una tal importancia en la Habana que llegaba a un monto de cincuenta millones de pesos lo que se recibía anualmente.

El nombre de Barraqué Maciá y Cía. constituía sin duda alguna uno de los mayores títulos de orgullo del comercio de Cuba, a cuya cabeza figuró por mucho tiempo.