En esta isla maravillosa que Dios, en sus fantasmagóricas creaciones, dotó de magníficos encantos caprichosos y sutiles, se destaca grácil y atrayente Varadero la Playa Azul Paraíso del Turismo.
Cuando llegamos allí, si antes no hemos frecuentado las playas fastuosas de Cannes, de Biárritz, de San Sebastián, de Niza y otras tantas de la Costa Azul y del Cantábrico, nos preguntamos, llenos de emoción:
¿Es posible, acaso, que haya tenido la Naturaleza acopio tanto de tan variadas gamas para pincelar así, con su creadora y mágica paleta, tan bella y espléndida creación? Y si ya hemos visitado aquellas playas cuyo esplendor se debe mas a los artificiosos empeños de los hombres de negocio, nos decimos con tristeza:
¿Por qué el hombre aquí también, teniendo entre sus manos una joya tan primorosa y exquisita, más exquisita y primorosa en su prístina creación natural que aquellas otras tan afamadas por su fasto y opulencia, por que no ha dedicado amor, capital y buen propósito para rodear este delicioso balneario de las condiciones que lo hagan asequible con naturalidad y atracción a los mismos hijos de esta tierra prodigiosa y, como fuente de riqueza, a esa que muy bien pudiera ser corriente inmensa de turismo que de las diferentes latitudes del planeta busca descanso, paz, alegría, y lugares de clima encantador y saludable como el nuestro? ¿Por qué?
Cuando llegamos a la hermosa playa, se ven colmadas las ilusiones que hemos tenido en nuestros momentos de fantaseo poético, de vivir nuestra existencia en parajes esplendorosos, llenos de gracia, de luz, de armonía y de caprichos misteriosos.
Hasta nos dolemos de emoción intensa al ver como la superficie tersa de sus aguas refleja diáfana la comba sideral, cual si fuese un espejo de limpio y suave color turquesa, y al recibir el efluvio arrullador y la caricia tierna de la la ola multimilenaria que al llegar a aquella playa se engalana con la magnificencia de su gracia y su esplendor
Nos entregamos entonces, en aquel bello recinto de ternura arrobadora, a hondas disquisiciones filosóficas, porque es que aquella ola que ha recorrido fatigada las inmensidades desiertas del océano, ha venido a morir, ennoblecida al desgajarse en blanquísima espuma en los brazos amorosos de la luminosa, espléndida, y serena playa de Varadero.
Tendrá Varadero un amplio campo para los aviones en 19351
Es posible que después se establezca una línea entre Miami y nuestra Playa Azul.
Pronto contará Cuba con un nuevo campo de aterrizaje, debido exclusivamente a la iniciativa particular y del cual se derivarán con seguridad considerables ventajas y beneficios.
Los trabajos se han comenzado ya con la cooperación del señor Emilio Sánchez y otros entusiastas aficionados al modernísimo deporte de la aviación, y bajo la dirección del coronel Eugenio Silva, Presidente del Kawama Beach Club y Delegado de la Corporación Nacional del Turismo en Varadero.
Constará el nuevo campo, que será inaugurado el 20 de mayo próximo, de diez mil pies de longitud, en las márgenes del hermoso lago que atraviesa los terrenos de Kawama, a un kilómetro del Club Náutico de Varadero.
La Compañía de Curtiss se propone establecer un cómodo servicio de final de semana, al que seguirá probablemente una línea directa de la Pan American Airways, entre Miami la encantadora Playa Azul, y antes de ello, el servicio postal entre la Habana y Cárdenas, con lo que no cabe duda que a más de un aliciente poderoso al Turismo, digno de los mayores esfuerzos, se brindará al comercio interior ventajas extraordinarias.
Este campo de aviación o aeropuerto que se encontraba justo antes de entrar a la península de Hicacos (Varadero) y se conocía como Aeropuerto de Kawama o de Santa Marta (VRO) fue reemplazado por el Aeropuerto Juan Gualberto Gómez (VRA) inaugurado el 25 de septiembre de 1989 y el que alejado del antiguo unos diecisiete kilómetros acoge en su casi totalidad al turismo internacional que llega actualmente a la Playa Azul de Varadero.
Personalidades y Negocios de Varadero en la República
- Cámara de Comercio de Varadero
- Casa La Rosa (Margarita de la Rosa)
- Casa Mazón (Matilde Mazón)
- Casa Pilar y Gran Restaurante Hatuey (Pilar Costa, viuda de García)
- Casa Playa Azul Inn (Julio Bermúdez y Eleonora Caldwell)
- Club El Kastillito (Ernesto González)
- Club Náutico de Varadero – Historia y primer edificio.
- El Bar Kukito (Juan Sosa)
- Estación de Servicios Kawama (Eugenio Silva Giquel y Evelio Giquel Echevarría)
- Hotel Chez Roig (Santiago Roig)
- Hotel Dos Mares (Angela Rodríguez Parquet)
- Hotel Miramar (Panchita González y Luis R. Díaz y Díaz)
- Hotel Torres (Enrique, Oscar y Humberto Torres Ortega)
- Hotel Varadero los Truffin y la playa de moda por Fontanills
- Hotel Vista Alegre (Leopoldo González Quevedo)
- La Casa Blanca (Lucila Díaz viuda de E. Torres)
- La Casa Portilla (Zoila Escudero & Luis Portilla)
- Marbella Club
- Residencia Toki Ona (María de los Angeles Irizar de Lorenzo)
- Retiro Josone de Varadero y la José Arechabala S. A.
- Sociedad comercial Peña de Hicacos
Referencias bibliográficas y notas
- “Tendrá Varadero un amplio campo para los aviones”. Diario de La Marina. Año CIII, núm. 83, 6 abril 1935, p. 2. ↩︎
- Extracto de: Matanzas Contemporánea, Guía Provincial, Editorial Panamericano S.A., 1942.
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